Energía y medio ambiente

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Para mantener sus objetivos climáticos, la Unión debe tener en cuenta una realidad física que ha sido reprimida: el uso de gas natural licuado estadounidense en el sector eléctrico genera emisiones muy superiores a las del carbón.

Aunque la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, parece querer aumentar las compras europeas para adelantarse a las exigencias del presidente Trump, hay que comprender la verdadera implicación de esta elección: el abandono definitivo de los objetivos climáticos fijados para 2030.

Desde el primer mandato de Ursula von der Leyen, la ecología en Europa ha hecho su transición geopolítica, ¿a riesgo de dejar atrás el Pacto Verde? 

Para Wopke Hoekstra, Comisario de Clima, Balance Neto Cero y Crecimiento Limpio, es posible combinar competitividad y ecología haciendo que la transición beneficie a las clases medias —siempre que superemos una suerte de ingenuidad—.

Aunque la unidad europea se construyó sobre la energía, la propia Europa ha creado las condiciones para un punto muerto al encerrarse en una Ostpolitik energética.

Hace 1.000 días, la invasión de Ucrania lo cambió todo.

Antaño un obstáculo para la Unión de la Energía, el «factor ruso» se ha convertido finalmente en su fuerza motriz. Adina Revol ha escrito una historia en 10 puntos de la ruptura energética con Rusia.

¿Cómo salir de la policrisis? 

En un momento de ebullición global en el que las crisis no dejan de sucederse y acumularse, el cambio climático podría pasar a un segundo plano en el orden de prioridad de los gobernantes. Mientras el Consejo Europeo le otorga un espacio relativamente reducido a la transición verde en su nueva agenda estratégica, Héctor Tejero propone otro rumbo —para lograr una transformación ecosocialista—.

Con el baricentro político europeo desplazándose hacia la derecha, los partidos verdes perdieron influencia en las elecciones del 6 al 9 de junio. Sin embargo, el barómetro exclusivo realizado por Veolia y Elabe revela que existe un consenso en Europa tanto sobre las observaciones como sobre las soluciones para avanzar hacia un futuro post-carbono. Pero los datos muestran claramente que existe un bloqueo: la falta de un imaginario para convertir este imperativo en política.

La aceleración es la consigna de todas las políticas —¿acabará por bloquearnos?—.

Se habría convertido en la solución a las crisis de nuestro tiempo: acelerar las reformas, la transición ecológica, el alto el fuego o la entrega de armas, la innovación… Pero, ¿con qué fin?

Para superar esta aporía, hay que pensar un desacoplamiento entre el imperativo técnico y el imperativo político.

Europa es frágil. Es un hecho que nunca será completamente independiente desde el punto de vista energético. ¿Cómo sacar partido de esta situación?

Proponiendo movilizar a un continente destinado a seguir siendo el primer importador de energías limpias, Pierre-Etienne Franc propone convertir una debilidad en una fuerza —en beneficio de las políticas industrial y exterior de la Unión—.