Economía

Gran formato

En 1985, los acuerdos del Plaza convencieron a las élites alemanas de la pertinencia de la moneda única.

En 2025, ¿las amenazas estadounidenses convencerán a Berlín de aceptar una deuda europea común?

Mientras Trump perturba la economía mundial al hacer tambalear la hegemonía del dólar, Alemania tiene una forma de tomar el control del futuro del sistema monetario internacional —y hacer que Europa dé un salto adelante—.

Al reducir el comercio mundial, los aranceles impuestos por Trump han desencadenado una reacción en cadena con efectos muy concretos.

A este ritmo, teniendo en cuenta los plazos de entrega por carretera y las existencias, el comercio minorista debería verse afectado a finales de mayo o principios de junio. A las subidas de precios podría sumarse entonces la escasez de productos y la entrada en recesión en verano.

Recopilamos datos y cifras clave para comprender la escasez que se avecina en Estados Unidos.

La semana pasada concluyó en la capital estadounidense una de las citas más importantes para la economía mundial.

Guerra comercial, debilitamiento del dólar, futuro de la Fed y del FMI: para comprender la importancia de las «Reuniones de Primavera», era necesario saber leer las señales débiles.

Shahin Vallée hace balance desde dentro, en 10 puntos.

Por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial, la hegemonía del dólar se está tambaleando. Sin embargo, ni el euro, ni el yuan y mucho menos el bitcoin parecen poder convertirse en monedas de reserva en el futuro.

Para entender por qué —e intentar orientarnos en un momento de extrema incertidumbre— hemos entrevistado a uno de los mayores especialistas en moneda, el economista Barry Eichengreen.

La fuerza bruta liberada por el «Liberation Day» es una señal: la Casa Blanca no quiere un «acuerdo de Mar-a-Lago» —y Trump está dispuesto a enfrentarse a los mercados—.

El inspirador de su doctrina económica, Stephen Miran, dio un giro de 180 grados y pronunció un discurso sorprendente: ilustra el cambio de una estrategia de negociación a una actitud de confrontación total.

Lo traducimos —con una introducción firmada por Shahin Vallée—.

«No saldremos de esta situación siendo amables o encantadores con Washington. Debemos demostrar que Europa puede hacerles frente aprovechando nuestra potencia económica, especialmente en materia de comercio».

Para el economista Marco Buti, insider de la Comisión Europea desde los años ochenta, Estados Unidos está cometiendo un grave error —y la Unión tiene armas para defenderse—.

Más allá de la balanza comercial, la relación transatlántica se basaba en un equilibrio que Washington busca romper.

Pero al imponer aranceles a Europa, la administración de Trump, siguiendo el consejo del influyente Stephen Miran, quiere corregir una situación que beneficia a los estadounidenses.

Si Estados Unidos sigue queriendo doblegar a Europa, corre el riesgo de perderlo todo: mantener una relación con ellos será simplemente demasiado caro.

En la era Juncker, fue la arquitecta de la respuesta europea a la primera guerra comercial de Trump.

La víspera de una anunciada explosión mundial en torno a los aranceles, nos reunimos con la excomisaria europea Cecilia Malmström.

Según ella, la Unión siempre puede negociar, «pero hay límites».