Europa debería ser la región más rural del mundo de aquí a 2050

En la última edición del informe de las Naciones Unidas sobre las perspectivas de la urbanización mundial, publicado el martes 18 de noviembre, la organización estima que una cuarta parte de la población europea (24,8 %) vivirá en pueblos y zonas con muy baja densidad de población en 2050, lo que convertiría a Europa en la región menos urbana del mundo. ¹

• A escala mundial, las ciudades albergan ahora a casi la mitad (45 %) de la población, más del doble de la proporción observada en 1950.
• Son principalmente las zonas rurales las que han alimentado este aumento de la población urbana: estas se han vaciado de la mayoría de sus habitantes y hoy en día concentran el 19 % de la población mundial.

En Asia, principalmente en China y la India, la urbanización masiva de la población ha contribuido al auge de las «megaciudades»: aglomeraciones urbanas con 10 millones de habitantes o más. De las 33 megalópolis que habrá en el mundo en 2025, 19 se encuentran en Asia, 5 en América Latina, 4 en África y 2 en América del Norte. En Europa, Londres es la única ciudad que supera este umbral.

• Si bien el envejecimiento de la población debería conducir a una disminución de la población total en la mayoría de los países europeos de aquí a 2050, no se prevé que las generaciones jóvenes emigren masivamente a las ciudades.
• En Francia, uno de los 44 países del mundo en los que la vida en zonas poco pobladas seguirá siendo el modo de vida más habitual en 2050 (36 % de la población, frente al 35 % en las ciudades), la población rural debería mantenerse relativamente estable.
• Así, se prevé que 24,5 millones de personas vivan en pueblos y zonas rurales dispersas en 2050, frente a los 25 millones actuales.

El mantenimiento de una población rural importante desempeña un papel fundamental en varios sectores económicos, entre ellos la agricultura, pero también el turismo, la industria o la energía. En Europa del Este, especialmente en los países que comparten frontera con Rusia, como Finlandia, las autoridades consideran que la disminución de la densidad de población supone un riesgo estratégico importante. ²