En virtud de tres nuevas regulaciones firmadas por Xi Jinping en febrero y vigentes a partir del martes 1 de abril, China desea «transformar completamente el ejército del país en fuerzas armadas de clase mundial» dando «prioridad a la preparación para el combate como deber principal, con una orientación fundamental hacia la preparación y el compromiso en la guerra». Las regulaciones imponen principalmente cambios en la gestión de la fuerza laboral, en los sistemas de recompensa y castigo de los soldados o en su vestimenta.

  • En las dos sesiones chinas que finalizaron el 11 de marzo, el informe del primer ministro Li Qiang presentó un sombrío balance de la situación de seguridad mundial, recordando la necesidad de reforzar las nuevas capacidades de combate de China para alcanzar el objetivo de modernización del EPL para 2027.
  • Beijing también anunció un aumento adicional del 7,2% en su presupuesto de defensa en 2025, es decir, tanto como en 2023 y 2024.

Por primera vez, el 19 de marzo, el Ministerio de Defensa de Taiwán identificó oficialmente 2027 como el año en el que Pekín podría lanzar una invasión de la isla. En febrero, el comandante de las fuerzas estadounidenses en el Pacífico, el almirante Samuel Paparo, declaró que las maniobras de la marina china alrededor de Taiwán ya no eran ejercicios, sino repeticiones «con vistas a la unificación forzada de Taiwán con el continente».

Si el aumento de las capacidades del ejército chino preocupa a Washington y a sus aliados en la región del Indo-Pacífico, muchos expertos también subrayan la «dudosa» preparación para el combate del Ejército Popular de Liberación.

  • Desde su fundación por el Partido Comunista Chino en 1927, el EPL ha servido principalmente como escaparate para exhibir los logros del Partido y la modernización del país a nivel internacional.
  • Así, el ejército se ha utilizado principalmente para limitar el riesgo de insurrección, en lugar de prepararse para librar combates de alta intensidad 1.
  • Por ello, las autoridades chinas han invertido masivamente en desfiles militares, maniobras y ejercicios destinados a proyectar una imagen de poder, a veces en detrimento del fortalecimiento y la adquisición de competencias reales.

Paralelamente a las inversiones masivas en su armada —China cuenta ahora con la mayor flota militar del mundo, con 370 buques y submarinos de combate— y en sus ejércitos de tierra y aire, Pekín también ha desarrollado considerablemente su arsenal nuclear. Con 550 lanzadores de misiles balísticos intercontinentales (ICBM), el ejército chino tiene ahora capacidades superiores a las de su rival estadounidense. Además, la curva de progresión del número de cabezas nucleares sugiere que el ejército chino podría igualar al estadounidense en la década de 2030 en términos de cabezas desplegadas.

Notas al pie
  1. Timothy R. Heath, The Chinese Military’s Doubtful Combat Readiness, RAND Corporation, 27 de enero de 2025.