Hoy, lunes 31 de marzo, la candidata de Reagrupamiento Nacional (RN, PfE) a las elecciones presidenciales de 2012, 2017 y 2022, Marine Le Pen, ha sido condenada a una pena de inhabilitación de cinco años que le impediría presentarse de nuevo en 2027. La mayoría de las encuestas de opinión la sitúan actualmente a la cabeza de las intenciones de voto para la primera vuelta.

La decisión de la justicia francesa ha suscitado fuertes condenas por parte de los partidos europeos a la derecha del PPE, pero también de importantes figuras cercanas al Partido Republicano en Estados Unidos, como Elon Musk y Donald Trump Jr., el hijo mayor del presidente. Además, se produce en un contexto de desconfianza de gran parte de la población francesa hacia la vida política y la independencia de la justicia.

  • La última oleada del barómetro del CEVIPOF, que se basa en encuestas realizadas en Francia a finales de enero, indica que casi tres cuartas partes de la población francesa (74 %) considera que las y los políticos son «bastante corruptos». 1
  • Más de una cuarta parte de los encuestados dicen además que «sienten asco» cuando piensan en la política (+10 puntos desde febrero de 2022), y más de dos tercios (71 %) están de acuerdo con la afirmación de que la democracia «no funciona muy bien» en Francia, una cifra que ha aumentado 14 puntos en tres años.

Según el politólogo y fundador del instituto de sondeos Cluster17, Jean-Yves Dormagen, esta decisión podría alimentar las preocupaciones y sospechas de una parte de la población sobre la politización de la justicia, siguiendo lo que sucedió anteriormente con las acusaciones contra Silvio Berlusconi y Donald Trump en Italia y Estados Unidos. 2 Esta perspectiva parece aún más probable, ya que Francia es uno de los países europeos donde la confianza en el sistema judicial es más baja de la Unión Europea.

  • Según una encuesta del Eurobarómetro realizada por Ipsos para la Comisión Europea en febrero de 2024, solo el 5 % de los franceses encuestados dicen que el sistema judicial de su país es «muy bueno», frente al 23 % en Alemania, el 18 % en los Países Bajos o el 35 % en Dinamarca.
  • Así, el porcentaje de franceses que declaran considerar que la democracia francesa «funciona bien» se acerca a su nivel histórico más bajo: solo el 28 % está de acuerdo con esta afirmación. En 2014 y 2019 eran el 27 %.

A escala europea, la percepción de la corrupción por parte de la población francesa sigue estando por debajo de la media, según los datos del último informe de Transparency International. Sin embargo, la puntuación (67/100) es la más baja desde al menos 2012 y ha sufrido una caída de 4 puntos entre 2023 y 2024, mientras que se mantuvo estable en general durante la década anterior.