Putin y Trump: comprender la posición rusa a pocos días de la toma de posesión del presidente de Estados Unidos

El ministro ruso de Asuntos Exteriores, Sergei Lavrov, ofreció el martes 14 de enero una larga conferencia de prensa sobre «los resultados de 2024». Habló de la importancia del regreso de Trump para los intereses rusos, de la reconfiguración en curso en Oriente Próximo y de la posición de Moscú sobre un acuerdo de alto el fuego en Ucrania.

En respuesta a una pregunta sobre las reivindicaciones de Trump con respecto a Groenlandia, el ministro de Exteriores ruso sugirió que el 47º presidente de Estados Unidos debería «escuchar» las demandas de los groenlandeses del mismo modo que Rusia «escuchó a los residentes de Crimea y Donbass»:

• «Según tengo entendido, ya existen iniciativas específicas que se pondrán en marcha al día siguiente de la toma de posesión de Donald Trump. Al menos lo que he visto indica iniciativas para iniciar conversaciones con Dinamarca sobre la compra de Groenlandia. Al mismo tiempo, oímos al primer ministro de Groenlandia, Múte Bourup Egede, decir que los groenlandeses tienen una relación especial con Copenhague. No quieren ser daneses ni estadounidenses, sino que prefieren seguir siendo groenlandeses. Creo que escuchar lo que tienen que decir los groenlandeses es el camino a seguir» ¹.
• «Este enfoque es coherente con la forma en que nosotros, como vecinos de otras islas, penínsulas y territorios, hemos escuchado lo que los habitantes de Crimea, Donbass y Novorossiya tienen que decir para saber lo que piensan sobre el régimen que llegó al poder mediante un golpe inconstitucional, que los habitantes de Crimea, Novorossiya y Donbass se negaron a aceptar.»

En una entrevista reciente con Komsomolskaja Pravda, Nikolai Patrushev, asesor adjunto del presidente ruso Vladimir Putin y miembro del Consejo de Seguridad, habló de la «desaparición» de Ucrania. También amenazó directamente con anexionarse los países bálticos y Moldavia: «No puedo descartar la posibilidad de que la política agresivamente antirrusa de Chisinau provoque que Moldavia sea absorbida por otro Estado o desaparezca por completo. En este contexto, el ejemplo que naturalmente me viene a la mente es el de Ucrania, donde el neonazismo y la rusofobia llevaron al país a su caída, mucho antes del lanzamiento de la operación militar especial».

Lavrov confirmó que hasta la fecha no se había programado ninguna reunión entre Trump y Putin para discutir un acuerdo de alto el fuego en Ucrania, apoyando la idea de que la guerra no se resolverá «el primer día» del mandato de Trump, como éste dijo repetidamente durante la campaña.

• Ayer, miércoles 15 de enero, los asesores de Trump admitieron que «resolver la guerra en Ucrania llevará meses, si no más». Describieron las repetidas afirmaciones del presidente electo como «una combinación de fanfarronería de campaña y una falta de apreciación de la insolubilidad del conflicto y del tiempo que se necesita para poner en marcha al personal de una nueva administración» ².
• Lavrov declaró: «Estamos esperando iniciativas concretas. El Presidente Vladimir Putin siempre ha expresado su voluntad de reunirse, pero hasta ahora no se ha hecho ninguna propuesta». Entonces el presidente Donald Trump dijo que Vladimir Putin quería reunirse con él. «Estoy de acuerdo en que una reunión es esencial, pero primero debe asumir sus obligaciones».
• En su entrevista con Pravda, Nikolai Patrushev descartó cualquier intervención de países occidentales distintos de Estados Unidos en las negociaciones sobre el alto el fuego en Ucrania: «No tenemos nada que discutir con Londres o Bruselas».

Tras la victoria de Donald Trump en noviembre, el ideólogo de extrema derecha Alexander Duguin aconsejó a los medios de comunicación rusos guardar silencio para evitar cualquier desliz que pudieran aprovechar los adversarios de Rusia en la futura administración estadounidense. El 5 de noviembre, los partidarios del régimen ruso se felicitaban por el acercamiento ideológico entre los Estados Unidos de Trump y la Rusia de Putin, en particular en torno a un retorno a los «valores tradicionales».

El ministro ruso de Asuntos Exteriores elogió los comentarios de Trump a principios de enero sobre el papel de la OTAN y su expansión en el lanzamiento de la invasión rusa de febrero de 2022. En Mar-a-Lago, el presidente electo había dicho en una conferencia de prensa:

• «Rusia, durante muchos años, mucho antes que Putin, ha dicho que Ucrania nunca debería participar en la OTAN. Biden dijo: ‘No, deberían poder entrar en la OTAN’. Entonces Rusia tiene a alguien justo en su puerta, y puedo entender su reacción a eso (…) Creo que tenían un acuerdo, y entonces Biden lo rompió. Tenían un acuerdo, que habría sido satisfactorio para Ucrania y para todos los demás. Pero entonces Biden dijo: ‘no, tienen que poder entrar en la OTAN’».
• Retomando casi literalmente la narrativa rusa sobre las causas de la guerra en Ucrania, Trump recibió la bienvenida de Lavrov: «Es la primera vez que un líder estadounidense, o incluso un líder occidental, reconoce abiertamente que la OTAN no fue sincera cuando firmó numerosos acuerdos con nuestro país y en el seno de la OSCE».

Sobre Siria, el diplomático ruso se negó a nombrar la expulsión del poder de Bashar al Asad por parte de HTS, prefiriendo utilizar los términos «acontecimientos» y «desarrollos»: «En muchos aspectos, estos acontecimientos se produjeron porque los avances en el proceso político se han estancado en los últimos diez años, después de que Rusia desplegara su contingente militar en Siria a petición del entonces presidente de la República Árabe Siria, Bashar al Asad, y después de que Rusia, Turquía e Irán establecieran el formato de Astana, en el que participan varios países árabes. »

• En una rueda de prensa dedicada oficialmente a «los resultados de 2024», Lavrov destacó «el ascenso de Rusia tras la cumbre de los BRICS en Kazán»: «Indonesia, a la que apoyamos firmemente durante la Presidencia rusa, se ha convertido en miembro de pleno derecho. Otros ocho países se han convertido en Estados socios, y la OCS y la ASEAN, así como muchas otras asociaciones, siguen cooperando estrechamente. Todo ello se basa en el consenso».

• Destacó al «tándem Rusia-China» como principal fuerza motriz de los BRICS, «capaz de impulsar estos procesos con el apoyo de otros participantes».