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Con la toma de posesión de Nicolás Maduro este 10 de enero de 2025, Venezuela se adentra en uno de los capítulos más oscuros e inciertos de su historia reciente. Un gobierno profundamente impopular, incapaz de probar su supuesta victoria en las elecciones presidenciales del 28 de julio de 2024, consigue mantenerse en el poder gracias a su control institucional y el apoyo de las fuerzas de seguridad, las fuerzas armadas y una élite que quiere proteger sus beneficios políticos y económicos. Por su parte, la mayoría de la sociedad venezolana, producto en buena parte de la brutal represión 1 desplegada por el gobierno luego de las elecciones, queda cercada entre el miedo, la necesidad de resolver sus necesidades básicas y la falta de claridad sobre qué más puede hacer para lograr un cambio.
La toma de posesión de Maduro implica la consolidación, al menos momentánea, de una dictadura. Al mismo tiempo, condena al país a enfrentar obstáculos formidables para lograr una recuperación económica capaz de superar la precaria situación humanitaria 2 que enfrentan una mayoría de los venezolanos. Venezuela probablemente seguirá siendo una economía de mínimos, inhábil para levantar vuelo y que sólo favorece ampliamente a algunos grupos. Los espacios para el disenso y una alternativa política serán más limitados y lamentablemente, en buena medida, clandestinos. El número exorbitante de detenciones arbitrarias y presos políticos 3 en los últimos seis meses así lo confirman.
La oposición, liderada por María Corina Machado, logró demostrar ante la opinión pública que Edmundo González Urrutia ganó contundentemente la elección, pero ha centrado su estrategia posterior en la atención y presión internacional, la cual, si bien es relevante, tiene importantes limitaciones.
Aunque la situación en Venezuela continúa siendo muy frágil, la investidura fraudulenta de Nicolás Maduro plantea la necesidad de repensar cómo la sociedad venezolana puede construir las condiciones necesarias para restituir la democracia. La consolidación del régimen complica muchísimo esa tarea, pero no lo hace imposible. Este momento tan complicado demanda mayor organización de la sociedad para poder adelantar acciones colectivas 4 de resistencia cívica que sigan demostrando tangiblemente la voluntad democratizadora expresada el 28 de julio, y contribuyan a convencer a parte de la élite que sigue sosteniendo a Maduro en el poder sobre la necesidad de una transición.
La comunidad internacional occidental, que en los últimos seis meses ha condenado el fraude y desplegado algunas medidas de presión internacional, no sólo debe mantener la atención sobre el devenir de Venezuela, sino que también tiene el reto de considerar qué medidas tangibles puede adoptar para ayudar a los venezolanos y hacer más probable la restitución de la democracia y una eventual recuperación económica. Es crucial tener en cuenta que los mecanismos de la diplomacia tradicional 5, aunque no deben abandonarse, se han vuelto ineficaces.
Los límites de la presión internacional
La historia reciente de Venezuela es un ejemplo concreto de cómo la presión internacional es incapaz de tener un impacto transcendental para sustituir a un régimen que lleva mucho tiempo asumiendo, y en algunos casos incluso fomentando, su aislamiento y las restricciones que enfrenta por parte de Occidente. No es casualidad que luego del 28 de julio, el gobierno de Maduro haya desplegado un mayor esfuerzo 6 en tratar de fortalecer sus vínculos con países no occidentales 7, agnósticos de la democracia. Esa estrategia, le ha permitido contrarrestar la presión internacional occidental, aunque al mismo tiempo no ha sido capaz de darle suficientes réditos para impulsar la recuperación económica que ha prometido y le reclaman diversos sectores que siguen apoyando su estadía en el poder.
Luego del fraude electoral, y ante la represión, la estrategia de la oposición venezolana se enfocó principalmente en la presión internacional. Edmundo González Urrutia, que optó por el exilio ante la arbitraria persecución en su contra, se dedicó desde Madrid a tratar de fortalecer más el apoyo que ya existía de los gobiernos de Europa 8. A inicios de 2025, y coincidiendo con la fecha en que debería haber podido juramentarse como presidente, también desplegó una gira por varios países de América Latina 9 y Estados Unidos 10 todo con el objetivo de generar un moméntum que coincidiera con las protestas 11 convocadas por María Corina Machado.
Pero más allá del previsible apoyo diplomático que ha recibido la causa democrática venezolana durante los últimos seis meses, son muy limitadas las consecuencias tangibles que han surgido de esa presión internacional.
En los últimos días, hemos visto una nueva ronda de sanciones en contra de funcionarios del régimen por parte de Estados Unidos 12, la Unión Europea 13, Canadá 14 y el Reino Unido 15. Aunque todavía podría ser pronto para medir plenamente su impacto, lo más probable es que terminen siendo medidas simbólicas contra funcionarios que ya dan por sentado su aislamiento de Occidente y en la mayoría de los casos asumen que no pueden viajar o tener directamente bienes en esos países. Para que cualquier régimen sancionatorio tenga un impacto tangible requiere de una estrategia detallada que al día de hoy no parece existir. En consecuencia, es lógico que muchos venezolanos se pregunten por qué la política de sanciones no es ampliada a testaferros de esos funcionarios, que son los que en última instancia mueven o disfrutan de los fondos ilícitos.
Es evidente que todavía hace falta un mayor esfuerzo para restringir el movimiento internacional del dinero vinculado al enriquecimiento ilícito de las élites del gobierno. Para ello, Occidente tendría que desplegar una coordinación amplia de información financiera para rastrear fondos ilícitos, y confiscar cuentas bancarias y activos en el extranjero que son producto de la corrupción o disfrutados por funcionarios involucrados en violaciones a los derechos humanos.
El gobierno estadounidense también ha optado por aumentar 16 las recompensas por información que lleve al arresto de altos funcionarios del régimen, y que fueron inicialmente instituidas en el año 2020. Al mismo tiempo mantiene vigentes 17 las licencias que benefician al sector petrolero y que generan ingresos que financian, en parte, la represión y otras actividades ilegales. Las acciones finales de la administración Biden, aunque entendibles por la necesidad de generar consecuencias alrededor de la consolidación del fraude, denotan una falta de claridad estratégica sobre cómo apoyar tangiblemente a las aspiraciones democráticas de los venezolanos.
Por su parte, Donald Trump asumirá en pocos días nuevamente la presidencia y tampoco hay señales claras sobre cuál será la dirección de la política exterior sobre Venezuela. Por un lado, la designación de diversos funcionarios, como Mike Waltz como Asesor de Seguridad Nacional y la nominación de Marco Rubio como Secretario de Estado, implican un probable regreso de una política de máxima presión, en donde la solicitud principal de la oposición venezolana es la revocación de las licencias petroleras otorgadas por Biden.
Trump finalmente se pronunció 18 sobre Venezuela hace pocos días, pidiendo que se respete la integridad física de los líderes opositores y refiriéndose a González Urrutia como presidente-electo. Sin embargo, también hay señales que apuntan a la posibilidad de una política transaccional con respecto a Maduro, aunque no parece ser lo más probable en el corto plazo. Las recientes declaraciones del congresista Bernie Moreno 19, cercano a Trump, la designación de Richard Grenell 20 como enviado especial presidencial para Venezuela, los vínculos entre el magnate Harry Sergeant 21 y el nuevo presidente estadounidense y el hecho de que a pesar de múltiples esfuerzos, Trump y Rubio no se reunieron con Edmundo González en su reciente visita a Estados Unidos, no permiten descartar esa posibilidad.
Los retos pendientes de la Unión Europea
Las herramientas de la diplomacia tradicional deben continuar siendo utilizadas, pero debe haber mayor conciencia sobre su falta de efectividad y tendencia al simbolismo. La comunidad internacional occidental, incluyendo la Unión Europea, debe tratar de frenar la tendencia de los últimos seis meses de la oposición venezolana a centrarse en la presión internacional como el ámbito central para construir una transición democrática.
Habrá que tener precaución con los esfuerzos e iniciativas que tratarán de llevar a los actores internacionales occidentales a re-transitar una estrategia de reconocimiento internacional de la oposición, considerar la posibilidad de una intervención militar o apoyar operaciones lideradas por mercenarios para tratar de deponer al régimen de Nicolás Maduro.
El énfasis, más bien, debe estar en diseñar mecanismos que permitan apoyar más a la sociedad civil organizada en Venezuela y desplegar un esfuerzo diplomático que tenga como objetivo revertir el descomunal nivel de represión para que se abran espacios políticos y civiles que permitan a los venezolanos presionar internamente al régimen y sus distintas élites. La Unión Europea debe también estudiar cómo puede ayudar a promover una negociación genuina entre la oposición y la sociedad venezolana y al menos algunos factores del régimen, que al final es la única vía para una transición estable que permita una recuperación económica.
Las limitaciones actuales del ámbito de influencia de Europa ante la consolidación del fraude son una razón adicional para redoblar esfuerzos que le permitan construir canales de comunicación sólidos con todos los actores relevantes de Venezuela. Es el momento de implementar medidas tangibles que puedan frenar la deriva autoritaria, y, sobre todo, ayudar a crear espacios para que la sociedad venezolana pueda operar.
Notas al pie
- Informe «Venezuela: graves violaciones a los derechos humanos en el contexto electoral
- Extension of the humanitarian response plan 2024-2025 : Venezuela, UN. Office for the Coordination of Humanitarian Affairs, 2023.
- Venezuela: El Alto Comisionado de Derechos Humanos pide la liberación de los detenidos arbitrariamente | Noticias ONU
- Maryhen Jiménez y Verónica Zubillaga, «¿Quién democratiza a quién? La sociedad organizada y la lucha silenciosa por el cambio en Venezuela«, El País, 8 de enero de 2025.
- G7 Denounces the Lack of Democratic Legitimacy of Today’s Presidential Inauguration in Venezuela – United States Department of State.
- «Delcy Rodríguez se reunió con el presidente de Vietnam: Buscan fortalecer los vínculos de inversión y trabajo«, EFE, 29 de octubre de 2024.
- Venezuela to explore new oil and gas partnerships with India, Bloomberg, 25 de octubre de 2024.
- «Edmundo González Urrutia afirmó que cuenta con el respaldo de la Unión Europea para restaurar la democracia en Venezuela«, Infobae, 14 de noviembre de 2024.
- Roberto Macedonio Vega, Edmundo González visita Argentina y se reúne con Milei a seis días de la investidura en Venezuela, Euronews, 4 de enero de 2025.
- María Luisa Paúl, «He vowed to be Venezuela’s president — and he’s seeking U.S. support«, The Washington Post, 8 de enero de 2025.
- «Oposición de Venezuela protesta contra investidura de Maduro«, Deutsche Welle, 9 de enero de 2025.
- Treasury Sanctions Venezuelan Officials Supporting Nicolas Maduro’s Repression and Illegitimate Claim to Power, Departamento del Tesoro de Estados Unidos, 10 de enero de 2025.
- Venezuela: Council renews restrictive measures and lists a further 15 individuals in view of the situation in the country, Consejo de la Unión Europea, 10 de enero de 2025.
- Backgrounder: Canada imposes sanctions against Venezuelan officials involved in human rights violations, Gobierno de Canadá, 10 de enero de 2025.
- UK imposes sanctions on Venezuelan officials as Maduro sworn in as president, Reuters, 10 de enero de 2025.
- Mauricio Maldonado, «U.S. reward for Venezuela’s Maduro increased to $25 million in effort to capture him«, CBS News, 10 de enero de 2025.
- Kate Winston, US maintains Venezuelan oil licenses despite ‘illegitimate’ Maduro inauguration, S&P Global, 10 de enero de 2025.
- Mauricio Maldonado, Trump warns Maduro not to harm Venezuelan opposition leaders after Machado’s detention, CBS Miami, 9 de enero de 2025.
- Republican senator: Trump will work with Maduro because he is the one who will take office, Latin America News, 4 de enero de 2025.
- Trump picks Richard Grenell as envoy for special missions, Reuters, 15 de diciembre de 2024.
- Nicolle Yapur, Oil Tycoon Gets License to Continue Buying Asphalt from Venezuela, Bloomberg, 27 de mayo de 2024.