¿Cómo ve a Hayat Tahrir al-Sham (HTS) en el contexto de la evolución del yihadismo a escala mundial, en comparación con otros grupos activos en Siria, Irak y otras partes del mundo? 

A primera vista, HTS representa una evolución «positiva» del yihadismo —el investigador estadounidense Aaron Y. Zelin, experto en HTS, se refiere a él como «yihadismo político»—. Su líder, Abu al Julani, se ha esforzado por adquirir legitimidad no religiosa demostrando su capacidad para administrar la provincia de Idlib. Desde 2016, intenta convencer a los observadores de que la organización se ha apartado de la yihad global. Desde este punto de vista, hasta la liberación de Damasco, la trayectoria ha sido impecable. Tranquilizó a las minorías presentes y mantuvo el contacto con los embajadores extranjeros aún presentes en el país —el embajador italiano en particular—. HTS también mantuvo la administración e incluso organizó reuniones de transición con el antiguo gobierno de Bashar al Asad, en las que estuvieron presentes todos los ministros excepto los de Defensa e Interior. Estos últimos, que cometieron graves crímenes contra la rebelión siria, estuvieron no obstante representados por sus directores de gabinete. 

Sin embargo, a pesar de estos intentos de normalización, HTS mantiene sus métodos y su agenda yihadistas. Por ejemplo, la organización llevó a cabo recientemente atentados suicidas contra el ejército sirio, lo que implica un profundo adoctrinamiento y la creencia en el martirio, y demuestra su ambigüedad en estas cuestiones. 

La victoria de HTS demuestra a todos los grupos yihadistas del mundo que es posible hacerse con el poder.

ASIEM EL DIFRAOUI

¿Qué perspectiva debemos adoptar para comprender su surgimiento —y el golpe de Damasco—? 

HTS no es el primer grupo yihadista que participa en un proceso político. A principios de la década de 2000, los yihadistas libios también se distanciaron de la ideología de Al Qaeda al condenar oficialmente los atentados suicidas y la violencia contra civiles, incluido el 11 de septiembre. Contribuyeron a la caída de Gadafi, pero ahora participan en el complicado proceso político de este país dividido. Y aunque el Estado Islámico tuvo en su día santuario en Syrte, Libia ha dejado de ser un importante foco del yihadismo.

Acabo de regresar de Dakar, donde he hablado con representantes de la sociedad civil de seis países del Sahel, cuyo principal temor es el auge del yihadismo y el fortalecimiento de las ramas de Daesh y Al Qaeda en la región, como mostré en un artículo publicado en estas páginas sobre el fortalecimiento de los movimientos yihadistas en el Sahel.

La victoria de HTS demuestra a todos los grupos yihadistas del mundo que es posible tomar el poder, incluso después de diez o quince años de espera. Tras la larga espera de Al-Julani en Idlib, da un nuevo significado al famoso dicho talibán: «los occidentales tienen relojes pero nosotros tenemos tiempo». La toma de Damasco es, por tanto, un acontecimiento importante en el desarrollo del yihadismo a escala mundial. 

Por un lado, podría animar a los grupos yihadistas a emular el enfoque pragmático de HTS.

La organización ha conseguido apaciguar a las minorías en Idlib, a pesar de algunos abusos. Julani organizó reuniones con cristianos en Idlib para discutir la devolución de sus tierras; también mantenía buenas relaciones con ONG occidentales y la provincia era, en general, funcional; en Damasco, trataron con el primer ministro de Bashar al-Asad.

Tras la larga espera de Al Julani en Idlib, la victoria de HTS da un nuevo significado al famoso dicho talibán: «los occidentales tienen relojes pero nosotros tenemos tiempo».

ASIEM EL DIFRAOUI

Por otra parte, HTS sigue siendo una coalición de grupos islamistas con elementos muy radicales que desean islamizar la sociedad siria. Bajo la administración HTS, las mujeres no tienen derecho a voto y las elecciones son muy limitadas. ¿Reproducirá la organización el modelo de las sociedades del Golfo, donde los extranjeros son bienvenidos pero la gobernanza sigue siendo estrictamente islámica y autoritaria? ¿Quieren poner en marcha una versión más suave del programa talibán, dado que la sociedad siria está mucho mejor educada que la afgana, y que el propio Julani procede de una buena familia siria de clase media alta y dejó sus estudios avanzados para ir a luchar? 

La victoria de HTS no sólo podría favorecer la normalización de los movimientos yihadistas, sino también hacer de Siria una tierra prometida para las personas atraídas por el salafismo y el yihadismo, en particular en Europa. Aún no sabemos qué tipo de sociedad creará HTS. Vemos cómo se obliga a las periodistas de CNN de habla árabe a cubrirse la cabeza con un velo. El nuevo primer ministro de Siria habla no sólo delante de una bandera siria, sino también delante de una bandera islámica con la shohada.

En resumen, la victoria de HTS no sólo podría favorecer la normalización de los movimientos yihadistas, sino también hacer de Siria una tierra prometida para las personas atraídas por el salafismo y el yihadismo, en particular en Europa.

ASIEM EL DIFRAOUI

¿Cuáles son las reacciones de los otros grandes grupos yihadistas ante la caída de Bashar al-Asad y la toma del poder por HTS? 

Evidentemente, el Estado Islámico (EI) no está contento con esta evolución, porque el modelo del EI corre el riesgo de ser invalidado por HTS. El EI busca así sembrar el caos, y probablemente tratará de llevar a cabo atentados espectaculares contra objetivos de alto valor simbólico, siguiendo el ejemplo de sus primeros grandes atentados en Bagdad, contra la sede de la ONU y el enviado especial de Naciones Unidas. El EI aplicará probablemente una «gestión de la barbarie» —expresión que da título al panfleto del islamista Abu Bakr Naji, y que consiste en considerar que crear el caos total es un paso hacia la toma del poder—. Recientemente, fuentes fiables informaron de que miembros del EI ejecutaron a treinta y un soldados sirios que intentaban rendirse. Julani también se ha convertido en un objetivo prioritario para el EI, a pesar de que por el momento —gracias a su poder carismático y unificador— es insustituible. ¿Qué ocurriría si fuera asesinado? 

Para combatir el riesgo de caos, Julani también ha extraído lecciones de la ocupación estadounidense de Irak. A diferencia de los estadounidenses, que disolvieron el ejército iraquí y prohibieron a los miembros del partido Baath participar en la vida política, Julani mantiene a parte del personal en sus puestos.

El modelo del Estado Islámico corre el riesgo de ser invalidado por HTS. El EI busca sembrar el caos y probablemente tratará de llevar a cabo atentados espectaculares contra objetivos de alto valor simbólico.

ASIEM EL DIFRAOUI

Usted también ha trabajado sobre la retórica y las imágenes producidas por los grupos yihadistas —en particular Al Qaeda— observando la evolución de HTS. ¿Qué elementos de su discurso y qué imágenes le parecen más notables?

HTS utiliza el estandarte blanco del profeta en lugar del estandarte negro, mucho más preocupante. Esta elección revela una voluntad de distanciarse de una imagen más extrema y promover un enfoque menos conformista. Esta iniciativa corresponde a una estrategia de adaptación —similar a la de los Hermanos Musulmanes— que aboga por un islam más moderno.

La puesta en escena del poder de HTS es también muy diferente de la del Estado Islámico. Durante el discurso de Bagdadi en la mezquita de Mosul anunciando la creación del Estado Islámico, Bagdadi subió al estrado vestido completamente de negro. Julani, en cambio, en su discurso en la mezquita de los Omeyas, apareció de pie entre los suyos vestido de militar.

HTS es un movimiento que ha logrado derrocar a un Estado autoritario que llevaba cincuenta años en el poder, con una acogida generalmente positiva de esta victoria. 

ASIEM EL DIFRAOUI

¿Qué papel desempeña Israel en la retórica de HTS? 

La lucha contra Israel forma parte del discurso de la organización —como en todos los movimientos yihadistas—. Pero en realidad, HTS nunca ha combatido contra Israel. De hecho, su principal preocupación sigue siendo la situación interna en Siria, aunque es probable que los ataques de ayer de Israel en Siria alimenten el discurso antiisraelí.

En un artículo anterior publicado en estas páginas, había mencionado el riesgo de que Hamás, con el 7 de octubre, pudiera inspirar a grupos yihadistas. Hoy, HTS ha adquirido un prestigio aún mayor: es un movimiento que ha logrado derrocar a un Estado autoritario que llevaba cincuenta años en el poder, con una acogida generalmente positiva de esta victoria por parte de diversos actores, incluso en el mundo occidental, lo que debería hacer reflexionar a los movimientos yihadistas más allá de Oriente Medio.

En resumen, en el contexto de la rivalidad mundial entre modelos yihadistas opositores, la victoria de HTS es también la de una determinada estrategia yihadista —pragmática—: el yihadismo político.