La caótica retirada de Afganistán produjo un gran número de imágenes del fracaso de la política de Washington, que tuvo como consecuencia la vuelta al poder de los talibanes, veinte años después de que fueran expulsados de Kabul. La guerra de Afganistán fue la más larga y costosa de la historia de Estados Unidos, según los investigadores del Centro de Estudios Estratégicos de la Escuela Fletcher Michael A. Cohen, Christopher A. Preble y Monica Duffy Toft1.

  • Las teorías de la guerra de contrainsurgencia puestas en práctica por el ejército estadounidense, desarrolladas por David Galula y David Petraeus, resultaron ineficaces en Afganistán.
  • Para el ala derecha del Partido Republicano, encarnada especialmente por J.D. Vance, los sucesivos fracasos en Irak y Afganistán exigen una necesaria retirada del poder estadounidense, cuyo despliegue sólo contribuye a «debilitar el país».
  • Este argumento es utilizado por el compañero de fórmula de Trump para defender el fin de la ayuda militar estadounidense a Ucrania.

Afganistán ha desaparecido en gran medida de la agenda de la política exterior estadounidense desde 2021. Este creciente desinterés parece estar dando lugar a los primeros signos de normalización del régimen talibán: la semana pasada, Emiratos Árabes Unidos aceptó las credenciales de un embajador nombrado por Kabul, el segundo país en dar este paso después de China, en diciembre de 20232.

No obstante, la elección de Kamala Harris el 5 de noviembre podría anunciar un cambio en la postura de Estados Unidos hacia el régimen de Kabul.

  • Los compromisos de la candidata demócrata en materia de derechos de la mujer podrían llevar a Washington a exigir más al régimen talibán, sobre todo en lo que se refiere al acceso de las mujeres a la sanidad y la educación.
  • El asesor de seguridad de la vicepresidenta, Philip Gordon —que podría ocupar un papel destacado en una futura administración Harris— se mostró partidario de mantener una presencia militar residual en Afganistán, en particular para continuar su misión antiterrorista3.
  • Tres años después de la retirada de Afganistán, el Partido Republicano sigue intentando —sin mucho éxito— convertirla en uno de los principales ejes de su campaña contra Kamala Harris.
  • El lunes, Donald Trump lanzó una serie de ataques contra Biden y Harris, cuestionando la responsabilidad del presidente demócrata en el atentado que provocó la muerte de 13 militares estadounidenses en Kabul el 26 de agosto de 20214.
  • El viernes 23 de agosto, el presidente republicano de la Comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes, Michael McCaul, pidió al asesor de seguridad nacional de Biden, Jake Sullivan, que testificara en una audiencia pública sobre su papel como «principal arquitecto» de la política afgana de la administración Biden5.

En sus memorias publicadas el martes 27 de agosto, el ex asesor de seguridad nacional de Donald Trump, H.R. McMaster, considera que fue «la atmósfera de incoherencia promulgada por Trump» la que condujo a la caótica retirada de Afganistán6. Durante los 20 años de guerra, los republicanos habrán ocupado la Casa Blanca durante 11 años, frente a los 9 de los demócratas.

Notas al pie
  1. Michael A. Cohen, Christopher A. Preble et Monica Duffy Toft« America’s Missed Chance in Afghanistan. How Washington’s Early Insistence on Total Victory Set the Stage for Defeat », Foreign Affairs, 15 de agosto de 2024.
  2. « The UAE accepts credentials of Taliban ambassador in a major diplomatic win for Afghanistan’s rulers », Associated Press, 21 de agosto de 2024.
  3. Alexander Ward, « The Skeptic Who Could Shape Kamala Harris’s Foreign Policy », The Wall Street Journal, 28 de agosto de 2024.
  4. John M. Donnelly, « Afghanistan withdrawal becomes 2024 election issue », Roll Call, 26 de agosto de 2024.
  5. Carta de Michael McCaul, 23 de agosto de 2024.
  6. Nicolas Niarchos, « H.R. McMaster Doesn’t Think Donald Trump Is Very Good at Making Deals », The New York Times, 27 de agosto de 2024.