El crecimiento mundial debería seguir cayendo en 2024

El Banco Mundial pintó un panorama bastante sombrío para 2024 en su informe anual Perspectivas de la Economía Mundial, publicado el martes 9 de enero¹.

• La institución financiera prevé que el crecimiento mundial caiga por tercer año consecutivo en 2024, pasando del 3% en 2022 al 2,6% en 2023 y al 2,4% este año.
• Más de cuatro años después del inicio de la pandemia de Covid, los efectos económicos siguen pesando. Para finales de año, el Banco Mundial calcula que «la población de aproximadamente uno de cada cuatro países en desarrollo y cerca del 40% de los países de renta baja seguirá siendo más pobre de lo que era en vísperas de la pandemia en 2019»².

Como resultado, se espera que en la mitad de la década 2020-2024 se registre el crecimiento mundial más bajo de los últimos treinta años, mientras que las previsiones del Fondo Monetario Internacional para los próximos cinco años «se sitúan en su nivel más bajo desde el auge de la globalización en la década de 1990»³.

Varios factores explican esta ralentización del crecimiento mundial:

• Ucrania, Oriente Medio, el Indo-Pacífico… El mundo se enfrenta a un aumento de los riesgos geopolíticos a una escala que no se veía desde principios de la década de 2000;
• a pesar de una caída desde los niveles de 2022, la inflación sigue siendo alta y «se espera que se mantenga por encima de su media de 2015-2019 más allá de 2024»;
• mientras que «el endurecimiento monetario en las economías avanzadas está llegando a su fin», el aumento de los tipos de interés «ha hecho subir los costes de endeudamiento muy por encima de las tasas de crecimiento nominal» en muchas economías emergentes, reduciendo su margen de maniobra fiscal.

En 2023, el crecimiento del comercio mundial fue el más débil de los últimos 50 años. No obstante, el Banco Mundial prevé una aceleración hasta el 2,3% este año, reflejo de «una recuperación de la demanda de bienes y, en términos más generales, del comercio en las economías avanzadas». Sin embargo, los riesgos de perturbación siguen siendo elevados: un análisis reciente estima que una invasión china de Taiwán provocaría una paralización virtual de las relaciones comerciales sino-americanas y la imposición de aranceles del 50% por parte de Estados Unidos y sus aliados a los productos chinos.

El Banco Mundial considera que las perspectivas para 2024 marcan el fracaso -por el momento- de lo que se suponía que iba a ser «una década transformadora para el desarrollo», que debía conducir a la erradicación de la pobreza extrema, las principales enfermedades contagiosas y la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero en casi un 50% para 2030.