La Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA) se creó en 1995 tras la firma del tratado fundacional en 1978. Aunque este foro es el principal para debatir la protección y preservación de la selva amazónica, la cumbre de Belém es la primera que se celebra desde 2009, y sólo la cuarta desde la creación de la organización.

  • La cuenca del Amazonas, que abarca casi toda la superficie de la selva amazónica, se extiende por los territorios de nueve Estados. Sólo Francia, cuyo territorio está cubierto por el 1% de la selva ecuatorial -en la Guayana Francesa-, no es miembro de la OTCA.
  • Sin embargo, París estuvo representado en la cumbre por su embajadora en Brasil, Brigitte Collet, junto a otros grandes contribuyentes financieros a la preservación de la Amazonia, como Alemania y Noruega.
  • Mientras que sólo el presidente de Surinam, Ronald Venetiaan, asistió personalmente a la anterior cumbre en 2009 junto a Lula, los presidentes de Bolivia, Colombia, Perú y Brasil estuvieron presentes en Belém este año.

La declaración conjunta de la cumbre, publicada el martes 8 de agosto, reclama la «garantía de los derechos de los pueblos indígenas, comunidades locales y tradicionales» y reconoce los «procesos de definición, delimitación o demarcación y titulación de sus territorios y tierras» como «condiciones esenciales para la conservación de la biodiversidad»1. También se creará un grupo de trabajo encargado de evaluar la creación de un «mecanismo financiero para la cooperación amazónica», lo que abre la perspectiva de que el Fondo Amazonia, creado por Brasil en 2008, se extienda al ámbito regional2.

Sin embargo, no se ha adoptado ningún compromiso conjunto para luchar contra la deforestación y la explotación de combustibles fósiles.

  • Bolivia y Venezuela son los únicos países de la región que no se han comprometido a detener la deforestación en la COP 26 de Glasgow3. A pesar de los esfuerzos de Brasil por establecer un objetivo regional de deforestación cero para 2030, en Belém no se avanzó en esta dirección.
  • Por su parte, el Brasil de Lula no se ha comprometido a poner fin a la exploración y explotación de hidrocarburos, sino que pretende aumentar su producción, al igual que Guyana y Bolivia, según un informe del Observatório do Clima4.
  • En una reunión preparatoria celebrada en julio, el presidente colombiano, Gustavo Petro, instó a su homólogo brasileño a poner fin definitivamente a un proyecto petrolero muy controvertido frente a la desembocadura del Amazonas5.

Aunque Lula y Gustavo Petro han construido en parte su proyecto político sobre la protección y preservación de la selva amazónica y la lucha contra el cambio climático, los Estados sudamericanos siguen teniendo dificultades para adoptar una posición común, entre otras cosas por la inestabilidad política de la región6. A pesar de que la tasa de deforestación de la Amazonia en Brasil ha descendido desde la llegada de Lula al poder en enero en comparación con la presidencia de Bolsonaro, Bolivia, Colombia y Perú han visto cómo la superficie de sus bosques tropicales primarios se ha reducido considerablemente en los últimos años.

Notas al pie
  1. Declaração Presidencial por ocasião da Cúpula da Amazônia – IV Reunião de Presidentes dos Estados Partes no Tratado de Cooperação Amazônica, Ministerio de Asuntos Exteriores de Brasil, 8 de agosto de 2023.
  2. Vibha Varshney, « Belem Declaration : Amazon countries fail to agree on protection goals », DownToEarth, 9 de agosto de 2023.
  3. Glasgow Leader’s Declaration on Forests and Land Use, 2 de noviembre de 2021.
  4. Priscila Pacheco, « Sem clima para transição, América Latina insiste em combustíveis fósseis », Observatório do Clima, 1 de agosto de 2023.
  5. Alexandra Sharp, « Latin America Tackles Deforestation at Amazon Summit », Foreign Policy, 8 de agosto de 2023.
  6. Manuela Andreoni y Max Bearak, « Amazon Countries, Led by Brazil, Sign a Rainforest Pact », The New York Times, 8 de agosto de 2023.