Los líderes de una treintena de países miembros de la Coalición de Voluntarios, una iniciativa lanzada por Francia y el Reino Unido que agrupa a los Estados dispuestos a contribuir a la seguridad de Ucrania después de la guerra, se reúnen hoy, jueves 11 de diciembre, por videoconferencia para debatir el estado de las conversaciones de paz entre Kiev y Washington.
Se trata de la segunda reunión de este formato desde principios de semana.
- Las conversaciones deberían centrarse principalmente en la última contrapropuesta de 20 puntos enviada por los negociadores ucranianos a la Casa Blanca durante la noche.
- Zelenski se opone a varios puntos del plan estadounidense inicial, redactado con Rusia pero sin consultas previas con Kiev, en particular los relativos a las concesiones territoriales solicitadas por Washington.
- Emmanuel Macron, Keir Starmer y Friedrich Merz también deberían informar a sus homólogos de la Coalición de Voluntarios sobre el contenido de su conversación telefónica de ayer, miércoles 10 de diciembre, con Donald Trump.
Las últimas rondas de conversaciones entre representantes ucranianos y estadounidenses sobre el plan de paz inicial de 28 puntos, redactado conjuntamente por la Administración Trump y el Kremlin, han dado paso a posiciones cada vez más divergentes entre Kiev, apoyada por los países europeos, y Washington. En su estrategia de seguridad nacional, publicada la semana pasada, la Casa Blanca da a entender que considera que la «gestión de las relaciones entre Europa y Rusia» es responsabilidad suya.
- Paralelamente a las negociaciones sobre las condiciones para el cese de los combates, los negociadores estadounidenses Witkoff y Kushner mantienen conversaciones con inversores estadounidenses para determinar cómo «reactivar» la economía ucraniana después de la guerra.
- Según la información obtenida por el Wall Street Journal, en las últimas semanas, responsables estadounidenses habrían entregado a sus homólogos europeos documentos en los que exponen su «visión» para la reconstrucción del país y el «regreso de Rusia a la economía mundial».
Entre los proyectos que baraja la Casa Blanca figura la construcción en Ucrania de un «gigantesco centro de datos», que se alimentaría de la central nuclear de Zaporiyia, actualmente controlada por el ejército ruso, utilizando los activos rusos congelados, la mayor parte de los cuales se encuentran en la Unión. Con el fin de sacar a Moscú del «aislamiento», estos documentos detallan proyectos de inversión en Rusia en la extracción de tierras raras, la perforación petrolera en el Ártico o el restablecimiento de las exportaciones energéticas rusas a Europa.
- La administración Trump ya había mantenido conversaciones preliminares en febrero con negociadores rusos a través de Richard Grenell, enviado especial de Trump «para misiones especiales», con el fin de «relanzar» Nord Stream 2.
- Estas conversaciones fueron llevadas a cabo en secreto por Matthias Warnig, antiguo director general de la empresa que explota los gasoductos Nord Stream 1 y 2 y aliado cercano de Putin.
El contenido de estos documentos recuerda el plan estadounidense de convertir la Franja de Gaza en una «Riviera del Oriente Medio». Una vez más, el conflicto se presenta ante todo como una oportunidad para «cerrar negocios» que beneficiarán directamente a Estados Unidos, y en particular a los allegados a la Administración.
- Gentry Beach, cercano a Don Jr., el hijo mayor del presidente, está negociando la adquisición de una participación en un proyecto gasístico ruso en el Ártico, cuando este deje de estar sujeto a sanciones.
- Stephen P. Lynch, donante y partidario del presidente estadounidense, ha pagado 600.000 dólares a un lobista cercano a Don Jr. para intentar adquirir el gasoducto Nord Stream 2.
- Grandes empresas estadounidenses como Exxon, un gigante del sector energético, se están beneficiando del acercamiento entre Washington y Moscú desde el regreso de Trump para intentar adquirir participaciones en proyectos rusos o comprar activos rusos.