Según un análisis del economista Janis Kluge 1, del German Institute for International and Security Affairs, varios presupuestos regionales rusos presentan una reclasificación parcial de los gastos relacionados con la guerra desde mediados de 2025.
- El ejemplo de la región de Tomsk, en Siberia occidental, es revelador a este respecto: una aparente reducción de los créditos asignados a las indemnizaciones para los combatientes se ha compensado con la creación de una nueva partida presupuestaria con una denominación neutra, pero alimentada con fondos procedentes de la reducción de la deuda.
- Esta sustitución contable, cuyos identificadores presupuestarios son casi idénticos, sugiere una decisión política deliberada destinada a ocultar la continuidad de la financiación militar a través de canales alternativos.
Anunciado inicialmente en el discurso presidencial de febrero de 2024 y aplicado a finales de 2024, este programa de cancelación de la deuda permite a las regiones condonar hasta dos tercios de sus compromisos con el Estado central, a condición de que los recursos así liberados se reasignen a fines definidos como «nobles», como la vivienda, el transporte, etc.
- La cláusula 7 del decreto de aplicación prevé una importante excepción: las regiones cuya capacidad fiscal sea inferior a 0,65 pueden utilizar estos recursos para financiar «gastos relacionados con la operación militar especial». Sin embargo, este no es el caso de la región de Tomsk, lo que sugiere una aplicación mucho más discrecional.
- Este mecanismo transforma de hecho una política de apoyo a los territorios en una herramienta de transferencia fiscal al esfuerzo de guerra, destinada principalmente a las regiones económicamente frágiles —que, por lo tanto, necesitan inversiones—, entre las que se encuentran las seis entidades ucranianas anexionadas.
- Además, en un contexto presupuestario frágil, esto aumenta aún más la presión sobre el presupuesto a nivel federal.
Los volúmenes afectados son importantes 2: desde principios de año se han cancelado 105.000 millones de rublos (unos 1.050 millones de euros) en 36 regiones, y se esperan 55.000 millones más de aquí a finales de 2025.
- La República de Maris, la región de Orenburgo o Tomsk han podido movilizar varios miles de millones de rublos para financiar primas por alistamiento o indemnizaciones. En algunos casos, estas cantidades pueden representar hasta el 10% del presupuesto regional anual.
- Esta dinámica tiene un doble efecto negativo: una mayor dependencia de las regiones de la financiación federal, condicionada a objetivos militares, y una distorsión en la asignación de los recursos, ya que el gasto social y la inversión civil quedan relegados a un segundo plano.
- Los flujos financieros relacionados con la financiación de la guerra también se vuelven menos transparentes en las cuentas públicas, lo que dificulta su seguimiento.
Notas al pie
- Janis Kluge, Writing off regional debt to fund the war, 2 de agosto de 2025.
- Véase: «Reunión con los viceprimeros ministros sobre cuestiones de actualidad», 14 de julio de 2025, y «Reunión del Gobierno» del 31 de julio, disponible en el sitio web del Gobierno ruso.