Con cerca de 100 millones de usuarios mensuales, es decir, más de dos tercios de la población del país, WhatsApp es la aplicación de mensajería más utilizada en Rusia. Sin embargo, es propiedad de la empresa estadounidense Meta, catalogada como «organización extremista», junto con otras plataformas como Facebook, Instagram y Threads. Telegram, aunque visto con mejores ojos, sigue escapando al control de las autoridades rusas.

Con el fin de reforzar su control sobre la esfera digital, Moscú lleva varios meses desarrollando su propia aplicación de mensajería instantánea: Max.

  • Lanzada en marzo por el gigante tecnológico ruso VK, propietario de la red social VKontakte (un servicio similar a Facebook) y concebida como una plataforma para intercambiar mensajes y archivos, Max debería integrar progresivamente nuevos servicios, como un sistema de pago, una biblioteca de aplicaciones y la posibilidad de utilizar e interactuar con los servicios gubernamentales.
  • A largo plazo, la aplicación podría desempeñar funciones equivalentes a las de WeChat en China, permitiendo a los usuarios pagar sus facturas, el alquiler o los desplazamientos en taxi.

A partir del 1 de septiembre de 2025, Max se instalará por defecto en todos los smartphones y tabletas vendidos en Rusia en virtud de una nueva ley firmada por Putin en junio. Paralelamente, el Kremlin se prepara para prohibir WhatsApp y cualquier aplicación «procedente de países hostiles» en el marco de la elaboración de una lista preparada por el Gobierno a petición del presidente ruso 1.

Si bien el destino de Telegram —registrada en las Islas Vírgenes Británicas y con sede en los Emiratos Árabes Unidos— parece incierto por el momento, el objetivo final de Moscú es animar a todos los ciudadanos rusos a utilizar Max.

  • A diferencia de WhatsApp, que está disponible en más de 180 países, sólo los usuarios con un número de teléfono ruso o bielorruso pueden crear una cuenta en Max.
  • El Gobierno ruso tendrá acceso a todos los mensajes y datos compartidos en la aplicación. VK está dirigida por Vladimir Kiriyenko, hijo del primer adjunto del jefe de la administración presidencial, Sergey Kiriyenko. El verdadero propietario de la empresa es Gazprom, a través de sus filiales y holdings 2.
  • Varios expertos en ciberseguridad y abogados consideran que no hay duda de que Max «cumplirá con todos los requisitos de las autoridades rusas» proporcionando, previa solicitud, historiales de conversaciones y grabaciones de llamadas 3.
  • El opositor político ruso Andreï Okun habla de un «gulag digital»: un espacio estéril «en el que las autoridades tendrán un control total sobre el ocio, las motivaciones y los pensamientos de los ciudadanos» 4.

Desde el inicio de la invasión a gran escala de Ucrania en 2022, el Kremlin ha reforzado considerablemente su control del espacio digital ruso, bloqueando el acceso a más de 400.000 sitios web el año pasado. En junio, el proyecto independiente ruso «En línea» (На связи) registró 655 cortes de Internet móvil de diversa magnitud, nueve veces más que en el mes anterior (69).