Ya en 2017, Vladimir Putin situó la inteligencia artificial en el centro del futuro de Rusia y de la humanidad al declarar: «Quien se convierta en líder en el campo [de la IA] dominará el mundo». Desde entonces, Rusia ha invertido masivamente en IA. Ya en 2019, Moscú se dotó de una estrategia nacional que elevó el presupuesto federal dedicado a la IA a más de 6.000 millones de dólares, frente a los 1.300 millones anteriores.

La invasión a gran escala de Ucrania en febrero de 2022 y la imposición de sanciones masivas han supuesto un duro golpe para el desarrollo de la IA rusa.

  • Desde las primeras semanas de la invasión, decenas de miles de programadores, informáticos e ingenieros huyeron del país por temor a ser movilizados 1.
  • La imposición de sanciones por parte de Estados Unidos y los países europeos puso fin a gran parte de las exportaciones de semiconductores y tarjetas gráficas utilizados para entrenar los modelos de IA.
  • Rusia está logrando eludir algunas de estas restricciones, en particular importando productos de doble uso desde China, pero sigue sin poder acumular suficientes procesadores para mantener LLM tan eficaces como los desarrollados por los líderes del sector.
  • Rusia sólo cuenta con tres modelos de IA a gran escala desarrollados desde 2017, frente a los 161 de Estados Unidos, los 127 de China y los 41 de los países de la Unión Europea (principalmente Francia).

La guerra también ha creado un entorno desfavorable para las empresas tecnológicas rusas, que dependen de un ecosistema financiero, técnico y comercial ampliamente globalizado. Tras la suspensión de la cotización de sus acciones en el Nasdaq en 2022 debido a las sanciones, Yandex N.V., el holding del gigante tecnológico ruso Yandex, vendió sus activos en Rusia a bajo precio el pasado mes de julio para instalarse en Ámsterdam con un nuevo nombre, Nebius.

  • Uno de los cofundadores de Yandex y actual director general de Nebius, Arkady Volozh, fue incluido en la lista de sanciones europeas en junio de 2022 por «apoyo material o financiero al Gobierno ruso».
  • Volozh ha dimitido desde entonces de su cargo en Yandex. En el verano de 2023, se opuso públicamente a la «invasión bárbara» de Ucrania por parte de Rusia, llegando incluso a borrar de su perfil los años que pasó en Rusia.
  • Arkady Volozh se presenta ahora como un empresario israelí, donde reside desde 2014, nacido en Kazajistán. En marzo de 2024, la Unión, de forma inusual, levantó las sanciones contra el empresario ruso.
  • Nebius es ahora una de las empresas de computación en la nube más prometedoras del sector. El gigante estadounidense Nvidia también tiene una participación valorada en 60 millones de dólares en la start-up 2.

No hay garantía de que Volozh u otros empresarios tecnológicos se hubieran quedado en Rusia si Putin no hubiera decidido invadir Ucrania. Sin embargo, la fuga de cerebros que sufre el sector ruso de la IA tiene consecuencias en la capacidad del país para apoyar el desarrollo y la comercialización de modelos eficaces.

  • Dado que la mayoría de los chatbots occidentales, como ChatGPT, están prohibidos en Rusia, los usuarios y el Gobierno ruso dependen oficialmente de asistentes como GigaChat, desarrollado por Sberbank, o Alice, de Yandex.
  • Sin embargo, estos son claramente menos eficaces que sus competidores estadounidenses, chinos o europeos. 
  • En 2024, OpenAI reveló que responsables rusos habían utilizado ChatGPT para llevar a cabo campañas de desinformación, abandonando así los modelos desarrollados en Rusia 3.
  • El uso de la IA occidental para difundir el discurso del Kremlin en Internet ha sido teorizado, entre otros, por el propagandista ruso-estadounidense John Mark Dougan, que desempeñó un papel destacado en la campaña de desinformación Storm-1516.
  • En febrero, Dougan afirmó que Rusia estaba perdiendo la guerra de la información porque no era capaz de «amplificar» suficientemente sus narrativas, en particular sobre la guerra en Ucrania.
  • Para remediarlo, proponía desbloquear fondos destinados a entrenar modelos de IA rusos diseñados para amplificar la propaganda del Kremlin: «En la actualidad, no existen modelos muy buenos que permitan a la IA amplificar la información rusa, ya que se ha entrenado a partir de fuentes mediáticas occidentales. El resultado es un sesgo hacia Occidente. Debemos empezar a entrenar modelos de IA sin este sesgo».

Aunque va rezagada en el desarrollo de LLM y chatbots, Rusia se encuentra entre los países más avanzados en la aplicación militar de la IA. Los últimos drones Shahed desarrollados por Moscú ya no son sensibles a las tecnologías de interferencia GPS, ya que están pilotados por IA que utilizan las redes internet y móviles ucranianas.