La muerte de Francisco y la elección del nuevo papa, León XIV, hace dos semanas, han situado al Vaticano en el centro de las discusiones diplomáticas para poner fin a la guerra en Ucrania, recibiendo sucesivamente a Donald Trump y a su vicepresidente J. D. Vance, así como a Volodímir Zelenski.
En el informe de su llamada con Putin, que tuvo lugar el lunes 19 de mayo, Trump informó de que «el Vaticano, representado por el papa, ha declarado que estaría muy interesado en acoger las negociaciones».
- Leon XIV parece querer desempeñar un papel más activo en las negociaciones sobre la guerra en Ucrania.
- Tras el fracaso de la reunión de Estambul del 16 de mayo, el secretario de Estado de la Santa Sede, Pietro Parolin, había anunciado que el papa estaba dispuesto «a poner a disposición el Vaticano, la Santa Sede, para una reunión directa entre las dos partes» 1, sin mencionar, sin embargo, la visita de Putin o Trump a Roma e insistiendo en la necesaria «discreción».
La declaración de Trump se interpretó en parte como una retirada de Estados Unidos de las negociaciones. Sin embargo, fuentes italianas indican que la presidenta del Consejo, Meloni, busca ahora facilitar un encuentro en el Vaticano para organizar, junto con el papa, una cumbre por la paz 2.
- Desde las elecciones estadounidenses de noviembre de 2024, Giorgia Meloni ha aprovechado su proximidad con Trump y los círculos republicanos. Fue la única líder europea que asistió a su toma de posesión el 20 de enero.
- Durante su visita a Washington en abril, la presidenta del Consejo italiano declaró junto a Trump que quería «Make the West great again» (devolver la grandeza a Occidente), y añadió que compartía «la lucha contra la ideología woke» impulsada por la Administración republicana.
- Meloni declaró ayer, martes 20 de mayo, en una publicación en X que el papa había expresado en una conversación telefónica «su disponibilidad para acoger en el Vaticano las próximas conversaciones entre las partes».
- Informó de ello a los socios europeos, que acordaron «mantener una estrecha coordinación con vistas a una nueva ronda de negociaciones para lograr un alto el fuego y un acuerdo de paz en Ucrania».
Si bien la presidenta del Consejo italiano ha expresado constantemente su apoyo a Ucrania desde su elección, su posición ha experimentado algunos cambios desde el regreso de Trump a la Casa Blanca. En particular, se opone firmemente a cualquier propuesta de acuerdo que implique la participación de tropas italianas en Ucrania para garantizar un alto el fuego.
Por el momento, no está claro a qué nivel se celebrará esta nueva ronda de conversaciones, ni si se tratará de negociaciones directas o mediadas por Estados Unidos, el Vaticano o los europeos.
- La posible visita de Vladimir Putin al Vaticano —sin ser detenido— supondría una violación por parte de Italia del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional (como ya hizo Mongolia en septiembre de 2024), ya que el presidente ruso es objeto, desde marzo de 2023, de una orden de detención de la CPI, cuyo tratado fundacional fue ratificado por Italia en 1999.
- La cuestión del formato de dicha cumbre también parece, por el momento, sin resolver. Al extender la invitación a los líderes europeos —en particular a los miembros de la coalición de voluntarios (Francia, Reino Unido, Polonia y Alemania)—, Meloni corre el riesgo de enfrentarse a la negativa de Putin, que se opone a la participación de los europeos en la resolución del conflicto, pero también a la de Trump.
- El presidente estadounidense ha dejado claro en varias ocasiones en los últimos meses que se considera el único «capaz» de negociar un acuerdo entre Kiev y Moscú.
- Aunque los negociadores estadounidenses han señalado recientemente cierta apertura a la implicación de los europeos en el proceso, Washington parece considerar que el respeto de las «reivindicaciones» de Putin es la única forma de alcanzar un acuerdo.
- Según fuentes italianas citadas por La Repubblica, Roma se habría fijado un plazo de diez días para «iniciar las negociaciones» con el fin de organizar, junto con el papa, una cumbre en el Vaticano.
Ante la negativa de Putin a aceptar el alto el fuego, condición necesaria según los europeos —que cuentan con la experiencia de las negociaciones fallidas sobre los acuerdos de Minsk— para cualquier debate serio con vistas a alcanzar un acuerdo de paz, las conversaciones en el Vaticano parecen especialmente desventajosas, no sólo para Ucrania, sino también para la arquitectura de seguridad del continente.
- Putin, que considera que el ejército ruso tiene ventaja en el frente y que la dinámica le es favorable, mantiene sus exigencias maximalistas.
- En particular, pide a Ucrania que se retire de las cuatro regiones del sur y el este del país parcialmente controladas por Moscú. Parece favorable a continuar las discusiones con Kiev, pero con un bajo nivel de representación, y quiere alargar el proceso exigiendo un intercambio de documentos vagamente definidos, como un «memorándum sobre un futuro tratado de paz en Ucrania». Lo más importante: Putin parece querer continuar la guerra.
- En este contexto, una cumbre de alto nivel en el Vaticano corre el riesgo de legitimar una falsa paz por parte de la Santa Sede.
Notas al pie
- « Parolin : “L’esito del vertice di Istanbul è tragico. Il Papa offre la Santa Sede per una mediazione diretta” », La Stampa, 16 de mayo de 2025.
- Tommaso Ciriaco, « Meloni punta sul Vaticano : “Colloqui entro dieci giorni” », La Repubblica, 20 de mayo de 2025.