Un estudio publicado en marzo por el Instituto del Banco de Finlandia para las Economías Emergentes (BOFIT) indica que los rusos son más optimistas sobre su situación económica desde 2022 que en años anteriores 1.
- Los dos autores del estudio, los economistas William Pyle y Sinikka Parviainen, han analizado a largo plazo los datos de la Russia Longitudinal Monitoring Survey (RLMS), una serie de encuestas realizadas en Rusia desde 1994.
- Tras un periodo de acumulación de liquidez durante el primer año de la invasión a gran escala, provocado por la incertidumbre relacionada con la guerra y las restricciones impuestas por los bancos, los rusos aumentaron considerablemente sus inversiones en 2023.
- El estancamiento del consumo de artículos importantes (electrodomésticos, coches, televisores, etc.), que se remonta a mediados de la década de 2000, contribuyó a la acumulación y estabilización del ahorro. Este fenómeno se vio reforzado por las sanciones y la escasez de una serie de bienes de consumo en el mercado ruso.
- En consecuencia, cada vez más rusos en todo el país —con algunas disparidades, especialmente entre la región de Rostov, fronteriza con Ucrania, y las regiones más alejadas del frente— se muestran hoy más confiados en su capacidad para seguir viviendo cómodamente durante los próximos 12 meses.
Otros indicadores, como el índice de confianza de los consumidores (CSI) del Levada Center, confirman esta sensación de mejora de las condiciones económicas en comparación con el periodo 2013-2022, calificado por algunos analistas como «la década perdida» debido a la baja tasa de crecimiento que siguió al colapso del precio del petróleo en la década de 2000.
Varios fenómenos explican estas tendencias:
- La progresiva implantación por parte del Kremlin de una economía de guerra ha contribuido a reducir las desigualdades, especialmente entre regiones. Es en los óblasts más industrializados y en las capitales regionales donde se registran los mayores niveles de mejora de la calidad de vida.
- Con el fin de animar a los hombres a alistarse en el ejército, el Estado ruso y las autoridades regionales han establecido importantes bonificaciones por la firma del contrato. En febrero, un combatiente voluntario desplegado en Ucrania ganaba aproximadamente 4,5 veces el salario medio ruso.
Otro estudio, publicado en otoño de 2022, sugiere también que la guerra a gran escala ha reforzado el sentimiento patriótico y, con ello, el apoyo de la población a Putin y la confianza en su agenda económica 2.
- Desde febrero de 2022, la tasa de aprobación del presidente ruso ha aumentado casi 20 puntos, pasando del 69% en enero de 2022 al 87% en abril de 2025, según el Centro Levada.
Para Putin, el fin de la «fase caliente» de la guerra en Ucrania, que podría imponerse tras el establecimiento de un alto el fuego, también entrañaría riesgos. Reducir el gasto militar (que el año pasado representó el 7,1% del PIB) y desmovilizar a cientos de miles de soldados, que verán una pérdida sustancial de sus ingresos, podría debilitar la estabilidad económica de millones de hogares.
Notas al pie
- Sinikka Parviainen y William Pyle, Household well-being under sanctions : Insights from the Russian longitudinal monitoring survey, BOFIT Policy Brief 8/2025, 21 de marzo de 2025.
- Mikhail Alexeev y William Pyle, A Blind and Militant Attachment : Russian Patriotism in Comparative Perspective, Post-Soviet Affairs, 2023, vol. 39, n°5, p.309-328.