La Conferencia de Seguridad de Múnich comienza hoy, viernes 14 de febrero, y durará tres días. Asistirán numerosos líderes, entre ellos el presidente de Ucrania, Zelenski, la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, el ministro de Asuntos Exteriores de China, Wang Yi, y la ARVP, Kaja Kallas. Estados Unidos también enviará una importante delegación.
- El vicepresidente J.D. Vance y el secretario de Estado Marco Rubio participarán en las discusiones. El enviado especial de Trump para Rusia y Ucrania, Keith Kellogg, y la nueva y muy controvertida directora de Inteligencia Nacional, Tulsi Gabbard, estarán presentes, mientras que el secretario de Defensa, Hegseth, que estaba en Bruselas el día anterior, no ha confirmado su presencia.
- El presidente de la conferencia, Christoph Heusgen, declaró que el Congreso de los Estados Unidos también debería enviar una de sus delegaciones más importantes desde 1963.
- El jueves 12 de febrero, el líder republicano del Senado, John Thune, envió una carta a los senadores republicanos informándoles de que podrían verse obligados a permanecer en Washington para votar sobre la confirmación de miembros de la administración 1.
En contraste con el aparente entusiasmo de los responsables estadounidenses que viajarán a Europa este fin de semana, estos deberían insistir en el mensaje transmitido el miércoles 12 de febrero por Pete Hegseth a sus homólogos del grupo Rammstein: «Estamos aquí para expresar clara e inequívocamente una realidad estratégica ineludible: Estados Unidos ya no puede centrarse principalmente en la seguridad de Europa». Ese mismo día, el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, estaba en Kiev para entregar a Zelenski un «proyecto de acuerdo sobre minerales» entre Ucrania y Estados Unidos 2.
En Múnich, el vicepresidente J. D. Vance debería mantener la misma línea que el año pasado, cuando sólo era senador de Ohio.
- Vance había sorprendido a los europeos presentes en la conferencia, especialmente a los procedentes de los países del este del continente, al declarar: «No creo que Vladimir Putin sea una amenaza existencial para Europa».
- Considerando la conferencia como una extensión de la vida política estadounidense, el vicepresidente señaló los «límites» de las capacidades estadounidenses y el desastre que representaría el paquete de ayuda de 60.000 millones de dólares finalmente votado por el Congreso en abril de 2024.
- Al igual que Hegseth, un fiel aliado de Trump a quien debe su ascenso político, Vance abogaba por un necesario giro «realista» para Ucrania, que debía pasar por un «pacto de paz».
- La diferencia fundamental con la Conferencia de 2025 es que Vance pedía entonces que Europa ocupara un lugar central en la mesa de negociaciones, algo que Trump quiere evitar, como demuestra el comunicado publicado tras su llamada con Vladimir Putin el miércoles 12 de febrero.
Mientras tanto, el ejército ruso sigue avanzando en el este del país. Para Ucrania, este avance se traduce en la pérdida de numerosos recursos naturales vitales para la economía del país: minas de carbón, yacimientos de litio… En el marco de un acuerdo de alto el fuego que congelaría la frontera en sus líneas actuales, como parece desear Kellogg, una gran cantidad de estos recursos quedarían de facto bajo control ruso.
Notas al pie
- Stef W. Kight y Hans Nichols, « Trump nominations loom over Senate’s cherished Munich trip », Axios, 13 de febrero de 2025.
- Kateryna Hodunova, « US Treasury Secretary meets Zelensky, passes along draft agreement on critical minerals », The Kyiv Independent, 12 de febrero de 2025