El primer ministro japonés, Shigeru Ishiba, que sucedió a Fumio Kishida en octubre, preparó su encuentro con Donald Trump inspirándose en el modelo probado por su predecesor Shinzō Abe seis años antes. Abe, que había desarrollado una relación especialmente amistosa con el presidente estadounidense, cuyo modelo se estudia ahora en muchas capitales, se había presentado a Trump en 2019 con un mapa de Estados Unidos que representaba las inversiones japonesas en el país.

  • Teniendo en cuenta el carácter transaccional de Trump y su entusiasmo por los números, Abe felicitó a Trump durante la reunión por los últimos datos de crecimiento del PIB estadounidense, destacó el número de puestos de trabajo creados en Estados Unidos por la inversión japonesa y mencionó que Tokio no había aplicado aranceles al sector automovilístico estadounidense, a diferencia de Washington. 1
  • Al preparar la reunión de hoy, el viernes 7 de febrero, Ishiba dijo que presentaría una carta similar a Trump. También ha consultado con el exprimer ministro Taro Aso y con el consejero delegado de SoftBank, Masayoshi Son, que hace quince días anunció una inversión de 100 mil millones de dólares en Estados Unidos como parte del proyecto Stargate2

Japón tiene varios argumentos a su favor a la hora de lidiar con Trump y desactivar una posible guerra arancelaria: Tokio es el segundo mayor inversor en Estados Unidos por detrás de Holanda (el primero si se tiene en cuenta la media de los últimos cinco años), uno de los principales clientes de la industria de defensa estadounidense y parece dispuesto a comprar más GNL a Estados Unidos. 3 Japón, sin embargo, tiene un superávit comercial con Washington de casi 70 mil millones en 2024.

La personalidad de Ishiba podría obstaculizar sus esfuerzos por estrechar lazos con Trump.

  • El presidente estadounidense ha rechazado al menos dos reuniones con el primer ministro japonés desde su elección. Citando la Ley Logan, una ley de 1799 que prohíbe a los ciudadanos estadounidenses entablar negociaciones con líderes extranjeros, Trump señaló que quería ser investido formalmente antes de entablar conversaciones con Ishiba. 4 No obstante, se reunió con Trudeau, Macron y Zelenski antes del 20 de enero.
  • Ishiba es un político reservado, recién llegado al poder y al frente de un gobierno sin mayoría parlamentaria, lo que probablemente Trump vea como un signo de debilidad. El Partido Liberal Democrático perdió 68 escaños en la Cámara de Representantes en las últimas elecciones de octubre de 2024.
  • Por último, a diferencia de Abe, Ishiba abandonó el golf cuando entró en política, tras haber practicado este deporte en bachillerato. 5 Aunque trivial en otro contexto, fue en los campos de golf y regalando a Trump un palo de oro donde Shinzō Abe consiguió forjar un vínculo con el presidente estadounidense, un vínculo que ayudó a Tokio a navegar durante el primer mandato de Trump.

Durante la reunión, el primer ministro japonés podría sacar a colación la negativa de Joe Biden al final de su mandato a permitir que Nippon Steel comprara US Steel.

  • Trump declaró en diciembre que él también se opondría a la venta de la empresa estadounidense. 6
  • El director general de US Steel, que había criticado duramente la decisión de Biden, acudió ayer jueves 6 de febrero a la Casa Blanca para entrevistarse con Trump.
  • El presidente estadounidense podría pedir a su homólogo que aumente el gasto en defensa, que debería alcanzar el 2% del PIB en 2027 (1,6% en 2024 según Tokio).

Para Ishiba, la reunión también pretende obtener de Trump la garantía de que Estados Unidos cumplirá sus compromisos y defenderá a Japón —y sus territorios en disputa, como las islas Senkaku, cuya soberanía reclama Pekín— en caso de ataque de China o Corea del Norte. Durante su primer mandato, Trump calificó de «injusto» el tratado de seguridad que une a ambos países. Japón es el territorio extranjero que acoge el mayor contingente militar estadounidense del mundo: 50 mil soldados tienen su base en el archipiélago, más que en Corea del Sur o Alemania.