Las negociaciones entre la Unión y el Mercosur —que incluye a Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay— con vistas a la firma de un acuerdo de libre comercio prosiguen pese a la negativa de Francia.
- La Comisión continúa sus contactos con sus homólogos latinoamericanos con vistas a un acuerdo que ponga fin a 25 años de negociaciones.
- El comisario responsable de la cartera de Comercio, Valdis Dombrovskis, asegura que continúan los trabajos entre ambas partes, aunque no ha fijado una fecha para la firma.
- Según varias fuentes consultadas por el Grand Continent, aunque el actual impulso político es beneficioso para las discusiones, cualquier posible acuerdo sigue siendo frágil.
- La próxima cumbre del Mercosur tendrá lugar los días 5 y 6 de diciembre en Uruguay, que eligió nuevo presidente el domingo 24 de noviembre. La zona de libre comercio representaría con la población de la Unión Europea un mercado de 750 millones de consumidores.
Dentro de la Unión hay tres grandes grupos:
- países que se oponen al acuerdo: Francia y Austria;
- países «prudentes», pero cuya posición no es definitiva y se expresará «una vez finalizado el acuerdo», en particular los Países Bajos e Irlanda;
- los partidarios del Mercosur, como Alemania y España, que consideran que el acuerdo tiene una importancia estratégica desde el punto de vista geopolítico y comercial.
En una reunión ministerial celebrada a puerta cerrada en Bruselas el jueves 21 de noviembre, Francia reiteró su oposición, alegando que el acuerdo fomenta la competencia desleal y no cumple los objetivos de transición ecológica de la Unión Europea. Según una fuente familiarizada con las discusiones, París también argumentó que la retirada de la delegación argentina de la COP 29 y los riesgos de que Buenos Aires abandone el Acuerdo de París contribuían a su oposición.
- París considera que la firma de un acuerdo tan «impopular» podría ser fuente de desconfianza entre los ciudadanos europeos y la Unión, según una fuente diplomática.
- El Mercosur cuenta con la firme oposición de los agricultores franceses. Tanto el presidente Emmanuel Macron como el primer ministro Michel Barnier se oponen a la firma.
- El Gobierno francés, que aún debe aprobar el presupuesto para 2025, podría ser censurado en cualquier momento por la oposición, lo que complicaría aún más el equilibrio político interno.
El representante austriaco presente en la reunión del 21 de noviembre recordó a sus homólogos que el acuerdo está bloqueado en el Parlamento de Viena desde 2019. El país sigue sin gobierno tras las elecciones de septiembre, en las que la extrema derecha obtuvo un resultado récord. Por su parte, Luxemburgo, aunque menos intransigente que Francia y Austria, ha subrayado que el acuerdo aún tiene «lagunas» que deben resolverse.
Polonia e Italia son dos países clave que podrían decidir el futuro del acuerdo. Por eso ambos bandos —partidarios y detractores— se disputan su apoyo.
- Francia intenta frenar el avance del acuerdo ampliando el campo de opositores y demostrando que no está aislada en Bruselas.
- En Italia, el gobierno de Meloni aún no ha adoptado una postura oficial. Mientras que el ministro de Agricultura, Francesco Lollobrigida, expresó su oposición el 18 de noviembre, el ministro de Asuntos Exteriores, Antonio Tajani, se muestra más favorable.
- Durante su visita a Buenos Aires tras la cumbre del G20, Meloni afirmó con el Presidente Javier Milei que las oportunidades entre los dos países eran «inmensas», sin por ello tratar el tema en detalle.
El Gobierno italiano también está atento a las presiones del sector agrícola. Durante las manifestaciones campesinas de enero y febrero, Meloni expresó su apoyo al sector, denunciando las políticas «ideológicas verdes» que considera responsables del empobrecimiento del sector agrícola italiano.
Por su parte, Polonia, que se prepara para las elecciones presidenciales de mayo de 2025, también ha tenido que hacer frente a las manifestaciones contra el Mercosur y busca apaciguar a los agricultores.
- «Lo que está claro es que a Francia le preocupa que el acuerdo esté más cerca que nunca de materializarse y busca formar una coalición para oponerse a él».
- «Una alianza entre Francia, Polonia e Italia cambiaría las reglas del juego», declaró al Grand Continent una fuente familiarizada con las negociaciones.
Berlín y Madrid insisten en la necesidad de concluir el acuerdo antes de finales de año. En Bruselas, los dos países subrayaron que el contexto geopolítico actual favorece una conclusión rápida. El Mercosur ofrecería a las empresas europeas un vasto mercado, diversificaría las fuentes de materias primas y estrecharía los lazos con América Latina, también codiciada por China.
- «Si no somos capaces de presentar una oferta clara a nuestros colegas latinoamericanos, corremos el riesgo de crear una gran frustración y dejar el campo libre a China», declaró al Grand Continent una fuente diplomática favorable al acuerdo. «Ninguno de los argumentos justifica frenar un acuerdo tan importante. Es ahora o nunca».
En 2023, las principales exportaciones del Mercosur a la Unión eran minerales (29,6%), alimentos, bebidas y tabaco (19,2%) y productos vegetales (17,9%). Por su parte, la Unión Europea exporta principalmente maquinaria y equipo (26,7%), productos químicos y farmacéuticos (25%) y material de transporte (11,9%). La Unión es el segundo socio comercial del Mercosur, después de China y por delante de Estados Unidos.