Joe Biden declaró que abandonaba su campaña para las elecciones presidenciales el domingo 21 de julio. Pocos minutos después, declaró su apoyo a Kamala Harris, actual vicepresidenta, para la nominación demócrata.

  • Ante un partido desunido y en crisis de liderazgo, Joe Biden optó por apoyar abiertamente la candidatura de Harris.
  • De no haberlo hecho, los demócratas habrían tenido que enfrentarse a una convención «abierta» en la gran convención del partido que se celebrará del 19 al 22 de agosto, en la que los delegados investirán a su candidato para las elecciones de noviembre.
  • En este escenario, todo miembro del Partido Demócrata que hubiera obtenido las firmas de 300 delegados habría podido presentarse como candidato a la nominación, un escenario que no se daba desde 1968 y del que los republicanos podrían haberse beneficiado.

Se espera que el apoyo de Biden a Harris suponga un gran impulso para su nominación por parte de los delegados. Aunque ningún delegado está obligado a votar por ella, si una gran mayoría o la totalidad de los votos fueran en favor de Kamala Harris, se transmitiría la imagen de un partido unido frente a una candidatura republicana que, en gran medida, no cuenta con el apoyo de la cúpula y la base electoral del Partido Republicano.

  • Debido a la fuerte oposición a la candidatura de Joe Biden dentro del partido, el Comité Nacional Demócrata había planeado celebrar una votación en una reunión a distancia antes de la convención para «sellar» la nominación del presidente.
  • Esta votación tendría lugar probablemente en la primera semana de agosto. En este momento, no se sabe si el Partido Demócrata decidirá mantener esta votación tras la retirada de Joe Biden.
  • Por el momento, la prioridad para Kamala Harris es lanzar su campaña y ocupar el campo mediático frente al GOP, que ya ha empezado a atacar a la Vicepresidenta en anuncios y en las redes sociales.

Por último, el siguiente paso para los demócratas será acordar un candidato a la vicepresidencia que se presente junto a Kamala Harris. Aunque candidatos no faltan (se puede pensar en Josh Shapiro, Andy Beshear, Gretchen Whitmer, Gavin Newsom y Wes Moore), es posible que las principales figuras del partido se muestren reacias a involucrarse en una campaña a la Casa Blanca que parece condenada al fracaso.
Si Harris pierde ante Donald Trump en noviembre, quedará eliminada de facto de la campaña en 2028. Esto allanaría el camino para la aparición de nuevas figuras con una imagen neutral en los medios nacionales.