La Comisión Nacional Consultiva de Derechos Humanos (CNCDH), institución pública dependiente del Gabinete del Primer Ministro de Francia, publicó el jueves 27 de junio la 35ª edición de su barómetro sobre la lucha contra el racismo, el antisemitismo y la xenofobia1. El barómetro, que consiste en una serie de encuestas cara a cara realizadas en noviembre de 2023, muestra cómo perciben los electores de Reagrupación Nacional —que encabeza los sondeos para las elecciones legislativas del 30 de junio y el 7 de julio— la Francia contemporánea, los problemas a los que se enfrenta y las soluciones que favorecen para «enderezar el país».

En primer lugar, una observación: el 84% de los electores de Reagrupación Nacional afirman tener la impresión de que la vida es menos bien hoy que hace algunos años, casi el doble que el electorado del partido del Presidente.

Este sentimiento de degradación va de la mano de otro factor crucial: el miedo a la sustitución, o al menos a una forma de «dilución» de la identidad francesa supuestamente causada por la inmigración. Como resultado, 9 de cada 10 votantes de RN afirman que ya no se sienten «en casa como antes» en Francia.

Un dato inquietante comparado con la media de los votantes de otros partidos (incluida la extrema derecha): menos del 8% de los votantes de RN creen que «se puede confiar en la mayoría de la gente». La inmensa mayoría (92%) de los votantes del partido de Jordan Bardella y Marine Le Pen cree que «nunca se es demasiado prudente cuando se trata con otras personas».

Casi otros tantos (84%) citan directamente la inmigración (legal o ilegal) como principal causa de inseguridad en Francia.

Ante este sentimiento de inseguridad, casi un tercio (31%) de los votantes de RN encuestados cree que poner al ejército en el poder sería una buena forma de gobernar el país.

Este deseo de autoridad está vinculado en particular a la falta de confianza en la clase política: el 86% de los votantes de Reagrupación Nacional afirman creer que los políticos «rara vez dicen la verdad». El 58% está totalmente de acuerdo con esta afirmación: es el único partido en el que la mayoría de los votantes piensa así.

Este es quizás el dato más central de este barómetro: cuando se les pregunta, en una entrevista cara a cara y no en línea o por teléfono, si se consideran racistas, más del 54% de los votantes de RN responden «bastante» o «un poco».

En consecuencia, más de la mitad (51%) de los votantes de RN consideran que los ciudadanos franceses de confesión musulmana no son ciudadanos franceses como los demás.

Más de un votante de RN de cada cinco (21%) cree que existen «razas superiores a las demás», un 50% más que el electorado de Reconquête ! de Zemmour.

En línea con las promesas de campaña de Jordan Bardella para estas elecciones legislativas, el 68% de los votantes de RN cree que los ciudadanos franceses deben ser favorecidos frente a los extranjeros que viven legalmente en Francia en lo que se refiere a prestaciones de empleo y vivienda.

En su programa de campaña, Reagrupación Nacional promete introducir una «prioridad nacional» (si es necesario mediante un referéndum constitucional) si gana las elecciones legislativas2. Esta política, preconizada por Jean-Marie Le Pen desde los años 80, excluiría de determinados regímenes sociales a los extranjeros que no sean ciudadanos franceses, así como a algunos franceses con doble nacionalidad.