Desde su condena, las donaciones a la campaña de Donald Trump se han disparado

El jueves 30 de mayo, Donald Trump se convirtió en el primer expresidente de Estados Unidos condenado en una causa penal en relación con la falsificación de documentos financieros tras el pago de 130.000 dólares a la actriz de cine para adultos Stormy Daniels durante la campaña presidencial de 2016.

Aunque la condena es una victoria para la oficina del fiscal del distrito de Manhattan, Alvin Bragg, la campaña de Joe Biden y el bando demócrata, también lo es para Donald Trump.

• Según la campaña del candidato, menos de 24 horas después de que se anunciara la condena en primera instancia, Trump recibió 34,8 millones de dólares en donaciones en la plataforma republicana WinRed.
• Se trata de una cantidad colosal, casi el doble del récord anterior. Según un comunicado enviado por el equipo de Trump, el 29,7% de las donaciones procedían de personas que nunca habían contribuido a una campaña en WinRed.
• Otro dato importante es que toda la cantidad procedía de «pequeños donantes de dólares» individuales (small dollar donors).

Víctima de su propio éxito, la plataforma oficial de donaciones del Partido Republicano se ha visto saturada por un exceso de visitas, lo que ha provocado el cierre temporal del sitio¹. Donald Trump sigue presentándose como la víctima de una justicia manipulada por los demócratas y Joe Biden. En su página WinRed, el ex presidente afirma ser un «preso político condenado en un juicio amañado de caza de brujas política»².

• Tras el anuncio del veredicto, las campañas de Trump y Biden solicitaron donaciones a sus bases.
• En Google, las búsquedas en Estados Unidos de las palabras clave «campaña de Donald Trump» se multiplicaron por 12 entre la víspera del veredicto y el jueves 30 de mayo.

Más allá de un aumento de las donaciones, el impacto que la condena de Trump tendrá en el voto de noviembre es aún incierto. Los votantes republicanos muestran relativamente poco interés en los juicios y cuestionan en gran medida los «motivos» que llevaron al fiscal del distrito de Manhattan, Alvin Bragg, a procesar al candidato republicano durante la campaña.