Las tensiones entre Madrid y Buenos Aires siguen creciendo. Comenzó el viernes 3 de mayo, cuando el ministro español de Transportes, Óscar Puente, dijo en una conferencia en la Universidad de Salamanca que Javier Milei «ingería sustancias».

  • Al día siguiente, sábado 4 de mayo, Milei respondió acusando a Sánchez de «poner en peligro» la unidad de España «pactando con los separatistas» y de aplicar políticas que no traen «más que muerte y pobreza».
  • El presidente argentino también aconsejó a Sánchez que se ocupe mejor de las acusaciones de corrupción contra su esposa, Begoña Gómez.

La crisis se reabrió y profundizó el domingo 19 de mayo, tras las declaraciones de Milei en el congreso europeo de extrema derecha organizado por Vox en Madrid el pasado fin de semana.

  • El presidente argentino viajó a Madrid sólo para participar en la conferencia de Vox. En su agenda no figuraba ningún encuentro con Sánchez ni con el Rey Felipe VI.
  • En su intervención, Milei criticó abiertamente al presidente socialista por tomarse cinco días para reflexionar sobre el hecho de que su mujer es «corrupta».
  • El ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, reaccionó de inmediato desde Moncloa llamando a consultas a la embajadora española en Argentina y pidiendo a Milei que se disculpara públicamente para evitar nuevas acciones.
  • Este martes por la mañana, Milei eligió la opción de la escalada en una entrevista con la televisión argentina. Se negó a disculparse y acusó a Sánchez de «cobarde». Por el contrario, afirmó ser víctima de los ataques del gobierno español, recordando en particular los comentarios del ministro Puente.
  • «[Sánchez] ensució la relación diplomática entre dos naciones muy hermanadas. No se va a romper la relación. No la construyen los mandatarios, la construye la gente. Ese vínculo no lo vas a poder romper nunca», declaró Milei en la misma entrevista, antes de volver a insistir en las acusaciones de corrupción que pesan sobre Begoña Gómez.

El martes 21 de mayo, el gobierno español anunció la retirada definitiva de su embajadora en Buenos Aires.

  • En respuesta, el Partido Popular criticó a Sánchez por ir demasiado lejos por razones electorales en vísperas de las elecciones europeas.
  • La extrema izquierda española denunció el doble rasero y pidió la retirada del embajador español en Israel. El ministro israelí Chikli, que también asistió al congreso de Vox, dijo que Sánchez «quería recompensar a los palestinos» tras el atentado del 7 de octubre reconociendo el Estado de Palestina.