Hoy, lunes 13 de mayo, el primer ministro griego, Kyriákos Mitsotákis, visita al presidente turco en Ankara, tras la visita de Erdoğan a Atenas en diciembre. En aquella ocasión, ambos líderes firmaron la «Declaración de Atenas», un documento no vinculante que promueve las «relaciones de buena vecindad» entre los dos países1.

  • Aunque la declaración era principalmente simbólica, los dos líderes la describieron como el punto de partida de un «clima de armonía» entre Atenas y Ankara, en palabras de Erdoğan2.
  • Antes de la visita de Mitsotákis, el primer ministro griego y el presidente turco concedieron sendas entrevistas a dos importantes diarios: Milliyet e I Kathimeriní.
  • En el diario turco Milliyet, Mitsotákis sitúa el punto de partida de esta nueva relación no en diciembre, sino en la cumbre de la OTAN que se celebró en Vilna en julio de 20233.

Tanto Mitsotákis como Erdoğan han visto renovados sus mandatos en mayo de 2023. Aunque el conservador primer ministro griego afirma que «nunca dirige su política en función de las encuestas», parece que ambos líderes están ahora menos obligados a escuchar las demandas nacionalistas de sus respectivos electorados. Unos meses antes, cuando el terremoto sacudió Turquía, Grecia fue uno de los primeros países en ofrecer ayuda.

  • Es posible que Ankara busque estrechar lazos con Atenas como parte de un esfuerzo más amplio para relanzar su candidatura de adhesión a la Unión Europea4.
  • En las conclusiones de su reunión del 17 de abril, el Consejo Europeo describió «el establecimiento de relaciones de cooperación y mutuamente beneficiosas con Turquía» como «de interés estratégico para la Unión Europea»5.
  • Frente a un socio ruso cada vez más aislado y debilitado en el escenario internacional, es posible que Ankara también desee distanciarse de Moscú para acercarse a los países europeos, y a Occidente en su conjunto.

Sin embargo, este contexto de acercamiento se ha visto contradicho por la reciente decisión del presidente turco de convertir en mezquita la antigua iglesia de Chora, en Estambul. El propio Mitsotákis dijo que la decisión era «innecesaria», y ha habido llamamientos a cancelar la reunión de hoy.

Aparte de las cuestiones territoriales y los derechos de explotación de los yacimientos de gas en el Mediterráneo, Chipre es un asunto especialmente espinoso. En la respuesta del ministro turco de Asuntos Exteriores a las conclusiones del Consejo Europeo del 17 de abril, Ankara denunció «un ejemplo más de la falta de visión estratégica de la Unión sobre Turquía y los acontecimientos mundiales»6.