Para Ucrania y sus partidarios, la postura respecto al cese de los combates o incluso la paz ha sido siempre la misma: tomar la iniciativa y dominar militarmente el conflicto para negociar con Moscú desde una posición de fuerza. Esta postura requiere un importante apoyo financiero, material y militar, del que Kiev depende totalmente si quiere conservar alguna esperanza de recuperar algún día su integridad territorial.

Aunque las conversaciones se han estancado, no siempre ha sido así.

  • En los primeros meses del conflicto, representantes de las dos partes beligerantes participaron en la redacción de un texto que podría haberse convertido en un tratado de paz si las negociaciones no se hubieran interrumpido bruscamente en mayo de 20221.
  • Apenas cuatro días después del lanzamiento de la invasión, el 28 de febrero de 2022, una delegación rusa fue enviada a Bielorrusia, a unas decenas de kilómetros de la frontera con Ucrania, para iniciar conversaciones con Kiev2.
  • Pocas semanas después, en abril de 2022, se redactó un proyecto de tratado de paz. Tenía 17 páginas y preveía que Ucrania se convirtiera en un Estado neutral condenado a permanecer al margen de cualquier alianza militar. Crimea seguiría bajo control ruso de facto y el ejército ucraniano se reduciría al mínimo3.

En realidad, como señala el investigador polaco Daniel Szeligowski, Vladimir Putin probablemente nunca quiso renunciar a lograr una victoria militar4. Ya en marzo parecía claro que el ejército ruso no lograría capturar Kiev en pocos días, como había previsto el mando ruso. Por tanto, las negociaciones sirvieron de señuelo en un momento en que Putin se enfrentaba a un revés militar que sólo terminó un año después con la caída de Bajmut.

Los dos líderes han dicho en repetidas ocasiones que no quieren un alto el fuego.

  • Zelenski cree que un cese temporal de los combates simplemente permitiría a Rusia reconstruir sus fuerzas antes de lanzar una nueva ofensiva.
  • Putin, consciente de que el tiempo corre a su favor (sobre todo en vísperas de las elecciones presidenciales estadounidenses de noviembre), no parece interesado en otra opción que no sea la derrota militar total de Ucrania.
  • Ante este callejón sin salida, el proceso de paz se ha externalizado: Dinamarca, Arabia Saudí, Malta y, por último, Suiza han acogido conferencias sobre la paz en Ucrania desde 2023. Sin participación rusa y con una presencia china desigual, estas conferencias sólo han producido resultados limitados.

Toda la atención se centra ahora en la cumbre que Suiza acogerá de nuevo los días 15 y 16 de junio, a la que han sido invitados más de 160 países. Mientras Rusia aún no ha recibido su tarjeta, la gran incógnita sigue siendo la participación de China. Aunque Pekín ha «reaccionado positivamente» a la iniciativa, cualquier participación por debajo del nivel ministerial sería vista como un fracaso5. Durante su visita a París el lunes 6 de mayo, el Presidente francés intentará sin duda convencer a Xi Jinping de que participe más activamente en el proceso de paz en Ucrania6. Olaf Scholz también lo había intentado unas semanas antes7.

Notas al pie
  1. Samuel Charap y Sergey Radchenko, « The Talks That Could Have Ended the War in Ukraine », Foreign Affairs, 16 de abril de 2024.
  2. Yaroslav Trofimov, « Did Ukraine Miss an Early Chance to Negotiate Peace With Russia ? », The Wall Street Journal, 5 de enero de 2024.
  3. Max Colchester, Thomas Grove y James Marson, « Document From 2022 Reveals Putin’s Punishing Terms for Peace », The Wall Street Journal, 1 de marzo de 2024.
  4. Hilo en X (Twitter) de Daniel Szeligowski, 1 de mayo de 2024.
  5. Alessandro Speciale y Bastian Benrath, « Switzerland Announces Summit on Ukraine Peace For Mid-June », Bloomberg, 10 de abril de 2024.
  6. « Emmanuel Macron in his own words », The Economist, 2 de mayo de 2024.
  7. Ken Moritsugu, « The German chancellor presses China on Russia’s invasion of Ukraine », Associated Press, 16 de abril de 2024.