Un estudio publicado el 27 de marzo en la revista Nature sugiere que el deshielo de Groenlandia y el Ártico -provocado por el calentamiento global- ya ha hecho subir el nivel del mar lo suficiente como para afectar a la velocidad de rotación de la Tierra1.

Es probable que esta ralentización afecte a la forma en que calculamos el tiempo.

  • Desde la implantación del Tiempo Universal Coordinado (UTC) en 1972, la ligera discrepancia entre el tiempo atómico (que sirve de referencia a nuestros relojes) y el tiempo astronómico se ha compensado añadiendo «segundos intercalares» a intervalos irregulares.
  • Desde el 30 de junio de 1972, se han añadido artificialmente 27 segundos intercalares a los relojes atómicos, de modo que cada día cuenta 86.400 segundos.
  • Sin embargo, esta situación podría cambiar: según el autor del estudio, el geofísico Duncan Agnew, la rotación de la Tierra se está ralentizando hasta tal punto que el tiempo astronómico podría superar al atómico, lo que obligaría a añadir un segundo «negativo».

Cuanto más se derriten los glaciares de los polos de la Tierra, más se desplaza hacia el ecuador la masa de agua que contenían. Al alejarse el flujo de agua del eje de rotación del planeta, la velocidad de éste disminuye. La «fricción» generada por la atracción de los océanos hacia la Luna también contribuye a ralentizar las rotaciones de la Tierra, lo que explica por qué algunos análisis de sedimentos sugieren que, hace 1.400 millones de años, los días duraban sólo 19 horas2.

  • Desde la década de 1970, la frecuencia con la que se añaden segundos intercalares al Tiempo Universal Coordinado ya se ha visto ralentizada por el calentamiento global.
  • A medida que el hielo se derrite más rápidamente, «la velocidad angular (o velocidad de rotación) del núcleo líquido de la Tierra disminuye a un ritmo constante que aumenta constantemente la velocidad angular del resto de la Tierra».

Este estudio apoya la observación realizada en la última reunión de la Conferencia General de Pesas y Medidas (CGPM) de que probablemente será necesario añadir un segundo intercalares negativo en un futuro próximo3. La armonía de una escala de tiempo común es esencial para muchas actividades, desde los servicios financieros hasta la navegación aérea. Para poner fin a los quebraderos de cabeza provocados por las variaciones en la velocidad de rotación de la Tierra, los metrólogos acordaron en 2022 poner fin a la adición de segundos intercalares de aquí a 2035 a más tardar4. En concreto, a partir de esa fecha, la escala de tiempo que utilizamos no estará sincronizada con el tiempo astronómico.

Notas al pie
  1. Agnew, Duncan Carr, « A global timekeeping problem postponed by global warming », Nature (2024) : 1-4.
  2. Elizabeth Gibney, « Climate change has slowed Earth’s rotation — and could affect how we keep time », Nature, 27 de marzo de 2024.
  3. Resolutions of the General Conference on Weights and Measures (27th meeting), 15-18 de noviembre de 2022.
  4. Resolution 4 of the 27th CGPM (2022), Oficina Internacional de Pesos y Medidas.