Cubierto por la reelección de Vladimir Putin, el lanzamiento de la tercera Cumbre de la Democracia de Joe Biden pasó prácticamente desapercibido. Y es que la iniciativa, anunciada por el presidente demócrata durante la campaña presidencial de 2020, no ha tenido ningún impacto concreto. Al mismo tiempo, la democracia está en declive en todo el mundo1.

  • Obstaculizada por la pandemia de Covid-19, la primera edición de la Cumbre (9-10 de diciembre de 2021) se celebró en línea. No obstante, más de 100 gobiernos aceptaron la invitación de la administración demócrata.
  • La segunda cumbre, celebrada en marzo de 2023, adoptó un formato híbrido, en el que algunos líderes también pronunciaron un mensaje pregrabado en vídeo.
  • Este año, por primera vez, la cumbre se celebrará en persona (aunque la sesión plenaria del miércoles se celebrará a distancia). Seúl, responsable de la organización del evento, no ha hecho público el número de participantes2.

Más allá de la falta de interés y del escaso compromiso político y financiero que está generando, la Cumbre sobre Democracia de Biden es un fracaso porque sólo se dirige a países que representan intereses estratégicos estadounidenses. En la cumbre anterior, Washington cursó invitaciones a India, Israel y Pakistán, cuyos gobiernos estaban contribuyendo cada uno a su manera al declive de la democracia3. Las repúblicas de Asia Central, Turquía y Hungría -ambas miembros de la OTAN- no fueron invitadas.

  • Cuando se lanzó la iniciativa, la democracia estadounidense se encontraba en su nivel más bajo desde 1976, según los datos recopilados por el Instituto V-Dem.
  • Aunque el índice estadounidense ha mejorado con Joe Biden en comparación con el final del mandato de Obama y el de Donald Trump, Washington ha perdido su estatus de gran democracia liberal.
  • En 2009, en el apogeo de la democracia moderna estadounidense según los datos de V-Dem, Estados Unidos era el quinto país más democrático del mundo. El informe 2024 publicado el 10 de marzo sitúa al país en el puesto 194.

Aunque el 6 de enero de 2021 hizo mucho daño a la imagen de Estados Unidos en el extranjero -sobre todo en los países del Sur-, las raíces del deterioro de la democracia estadounidense son más profundas. Desde principios de la década de 2010, las legislaturas estatales han venido reduciendo el acceso al voto de determinados electores y redibujando los distritos electorales para limitar la competencia5. Sin ambición real, enfrentado a otras grandes crisis y debilitado por el deterioro de la situación interna en Estados Unidos, la apuesta de Joe Biden tiene dificultades para convencer a nadie fuera de los aliados de Washington.

Notas al pie
  1. Joe Biden, « Why America Must Lead Again. Rescuing U.S. Foreign Policy After Trump », Foreign Affairs, 23 de enero de 2020.
  2. Preview of U.S. Participation in the Third Summit for Democracy, U.S. Department of State, 13 de marzo de 2024.
  3. Edward Luce, « Biden’s awkward democracy summit », Financial Times, 29 de marzo de 2023.
  4. Democracy Report 2024. Democracy Winning and Losing at the Ballot, V-Dem, 10 de marzo de 2024.
  5. Vanessa Williamson, Understanding democratic decline in the United States, Brookings Institution, 17 de octubre de 2023.