Las extremas derechas rumana y húngara quieren redibujar Ucrania

En Rumanía, el partido de extrema derecha Alianza por la Unidad de los Rumanos hace campaña a favor de la anexión de las regiones fronterizas con Ucrania: Besarabia, Bucovina septentrional y la región de Hertsa.

• En su manifiesto, el partido subraya que «la reunificación política de los dos Estados rumanos [Rumanía y la República de Moldavia] es un objetivo estratégico de primer orden». «Los rumanos viven actualmente en dos Estados-nación separados».
• Desde su creación en 2019, el partido aboga por la «reunificación» de Rumanía con Moldavia.

Aunque la idea surge con bastante frecuencia en el debate público rumano -un millón de ciudadanos moldavos tienen la ciudadanía rumana y el expresidente del país, Traian Basescu, ha defendido esta posibilidad en varias ocasiones, incluso en nuestras páginas, desde la invasión rusa de Ucrania-, AUR mira más allá de Moldavia y añade las regiones fronterizas ucranianas a la categoría de territorios a «reunificar».

• Claudiu Târziu, senador y copresidente del partido, declaró en enero, el día de la unificación de los principados rumanos, que Rumanía debería «reunificarse» con Moldavia y las regiones fronterizas ucranianas. «No seremos verdaderamente soberanos hasta que hayamos restablecido el Estado rumano dentro de sus fronteras naturales. Besarabia debe volver a casa. El norte de Bucovina no puede ser olvidado, el sur de Besarabia… Transcarpatia, todo lo que fue y es parte de la nación rumana debe volver a sus fronteras nacionales».

En una declaración que acompaña a un mapa publicado con motivo del 80 aniversario de la ocupación soviética de Besarabia y Bucovina del Norte, el partido AUR afirma que «actuará para corregir las consecuencias del secuestro territorial y humano del 28 de junio de 1940, apoyará económica y culturalmente a los rumanos que permanecieron fuera de las fronteras del país, para que puedan preservar su identidad nacional, y tomará las medidas políticas y diplomáticas necesarias para la unión de los dos Estados rumanos»¹.

• En 2024 se celebrarán en Rumanía elecciones municipales, presidenciales, parlamentarias y europeas. En los sondeos, se atribuye a AUR el 20% de las intenciones de voto, disputándose el segundo puesto con el Partido Nacional Liberal (PNL, PPE).

Estas declaraciones se hacen eco de las de László Toroczkai, presidente del partido húngaro de extrema derecha Movimiento Nuestra Patria (6 diputados, con el 9% de las intenciones de voto), quien afirmó en enero que si Ucrania perdía su condición de Estado al final de la guerra, Hungría «reclamaría» Transcarpatia.

El óblast ucraniano de Transcarpatia, que pasó a formar parte de la Ucrania soviética tras la Segunda Guerra Mundial, alberga una gran comunidad de habla magiar.

• El líder húngaro Viktor Orbán lleva varios años acusando a Kiev de contribuir a borrar la lengua húngara en favor del ucraniano. En noviembre de 2023, declaró que «la situación de la lengua y la educación húngaras en Transcarpatia bajo la URSS era mejor que hoy bajo la Ucrania independiente»².
• Tras la victoria del Fidesz en las elecciones parlamentarias de abril de 2010, el Parlamento húngaro aprobó una ley sobre la doble nacionalidad, simplificando el procedimiento para adquirir la nacionalidad húngara. Aunque Kiev no reconoce la doble nacionalidad a sus ciudadanos de habla magiar en Transcarpatia, el Gobierno húngaro financia iglesias, escuelas e instituciones culturales en la región para promover la lengua y la cultura húngaras.

El lunes 4 de marzo, el ex presidente ruso y vicepresidente del Consejo de Seguridad, Dmitri Medvédev, pronunció una conferencia titulada «Fronteras geográficas y estratégicas» en el Festival Mundial de la Juventud de Sochi.

• Durante la conferencia, Medvédev distribuyó un mapa en el que Ucrania aparecía reducida al óblast de Kiev, es decir, 28.000 km2, menos del 5% de su territorio internacionalmente reconocido.
• El ex presidente declaró que «los territorios a ambas orillas del Dniéper son parte integrante de las fronteras de Rusia, y todos los intentos de aislarlos están condenados al fracaso»³.

El mapa se hacía eco en parte de las reivindicaciones de los partidos de extrema derecha rumanos y húngaros. Polonia recibía los 7 óblasts ucranianos del noroeste del país, incluida la ciudad de Lviv.