La Comisión presenta su estrategia para la industria de defensa

El martes, el Comisario Thierry Breton presentó la Estrategia Europea para la Industria de Defensa (EDIS, European defence industry strategy) de la Comisión Europea.

• El plan fue anunciado por Ursula von der Leyen durante su discurso sobre el Estado de la Unión en septiembre. En la conferencia de Múnich, reafirmó: «Necesitamos más inversión, más coordinación y más Europa».
• El brazo armado de la EDIS, el Programa Europeo de Inversiones en Defensa (EDIP), tomará el relevo de los instrumentos ya existentes (entre ellos el programa ASAP para aumentar la producción de municiones, dotado con 470 millones de euros ¹, y el instrumento EDIRPA, destinado a facilitar y fomentar las adquisiciones conjuntas entre Estados miembros, dotado con 300 millones de euros).
• El EDIP recibirá 1.500 millones de euros hasta 2027.
• El importe destinado a la industria de defensa aumentará considerablemente: el Comisario Breton es partidario de un fondo de 100.000 millones de euros.

El objetivo de la estrategia es compensar el retraso de la Unión en el ámbito de la defensa, en un momento en que la debilidad de su capacidad de producción se hace visible por sus retrasos en la entrega de ayuda militar a Ucrania. En concreto, la Comisión quiere reducir la dependencia de la Unión con respecto a las importaciones.

• La estrategia también pretende facilitar las compras conjuntas y coordinadas, que podrían estar exentas de IVA. Ucrania podría ser invitada a participar en el programa de compras.
• Otra disposición consiste en facilitar las exportaciones de armas a terceros países, con el fin de dar salida a las industrias europeas que no encuentran comprador en Europa.

La EDIS se concibe como una estrategia a medio plazo. A corto plazo, la industria europea de defensa no produce lo suficiente, ni con la rapidez necesaria, para satisfacer la demanda de suministro de armas y municiones a Ucrania.

• El consenso parece perfilarse a favor de autorizar la compra de municiones no europeas para remediar esta situación, en contraste con la posición francesa, que insiste desde hace tiempo en «comprar europeo», aunque ello implique que la Unión no cumpla su objetivo de entregar 1 millón de obuses de aquí a marzo de 2024. Según el ARVP Borrell, a finales de marzo sólo se habrá cumplido el 52% del objetivo.

Para remediar la falta de espacio presupuestario que podría limitar este giro estratégico, la Primera Ministra estonia y el Presidente francés se han declarado favorables a una deuda común europea -Kaja Kallas ha propuesto la suma de 100.000 millones de euros-. Aunque su posición no es unánime, junto con Polonia, ambos países se han posicionado como líderes de los países favorables a un gasto importante -mediante la publicación de una nota conjunta ²-.