El sector bancario europeo se ha beneficiado enormemente de la política monetaria restrictiva aplicada por el Banco Central Europeo desde julio de 2022.
- La subida de los tipos de interés se está traduciendo en mayores ingresos para los bancos comerciales. Según una nota publicada por Deutsche Bank 1, casi el 90% del aumento de los ingresos bancarios puede atribuirse directamente a la subida de los tipos de interés y los ingresos asociados.
- Según los cálculos de Deutsche Bank, los principales bancos europeos lograron unos ingresos netos de 74.000 millones de euros en el primer semestre de 2023, un nivel de rentabilidad comparable al de los bancos estadounidenses. Estos elevados beneficios también se han traducido en «considerables» repartos de dividendos para los accionistas.
En un contexto de debate sobre la imposición de los superbeneficios, estas cifras confirman que el sector bancario es uno de los más afectados por el crecimiento excepcional de sus ingresos netos, junto con las empresas energéticas. Varios países europeos han empezado a tomar medidas a escala nacional.
- En agosto, Italia anunció un impuesto dirigido al sector bancario, encabezado por el Ministro de Economía Giancarlo Giorgetti. El plan consiste en recaudar el 40% de los superbeneficios (definidos como la proporción de los ingresos netos por intereses que sea un 5% superior a la del año anterior en 2022, y un 10% superior en 2023). Sin embargo, tras la reacción negativa de los mercados financieros, el Gobierno italiano anunció que estas contribuciones se limitarían al 0,1% de los activos de los bancos afectados.
- España es también uno de los países que ha introducido un impuesto excepcional de dos años sobre el sector bancario, con el que el Gobierno de Sánchez espera recaudar 1.500 millones de euros.
A escala de la Unión, a raíz del impuesto sobre los superbeneficios del sector energético 2, que entró en vigor en diciembre de 2022, podría reavivarse el debate sobre la ampliación de su ámbito de aplicación al sector bancario.
- El Banco Central Europeo no se ha pronunciado a favor de impuestos dirigidos al sector bancario. Advierte a los Estados miembros de los riesgos que podrían plantear para la estabilidad financiera 3.