1 – Una pequeña mayoría de franceses apoya la entrada de Ucrania en la Unión y la OTAN
La adhesión de Ucrania a la Unión y a la OTAN es objeto de debate en Europa. Aunque la Unión Europea concedió a Ucrania el estatuto de candidato en junio de 2022, y las negociaciones podrían abrirse el 16 de diciembre, la cumbre de la OTAN de Vilna de julio de 2023 no cambió fundamentalmente la cuestión de la entrada de Ucrania en la alianza.
Emmanuel Macron y el gobierno francés apoyan ahora la integración de Ucrania en las estructuras europeas y transatlánticas. Sin embargo, la población francesa es una de las más divididas sobre esta cuestión. El 51% de los encuestados en Francia está a favor de que Ucrania entre en la OTAN, y el 52% a favor de que entre en la Unión. Casi un tercio de la población (32% y 33% respectivamente) se opone a ambas propuestas. Los resultados se mantienen estables desde 2022, cuando el 52% de los franceses se declaraba partidario de la adhesión a la OTAN y el 55% de la adhesión a la Unión. Una proporción significativa del público (entre el 15% y el 17%) no tiene opinión sobre el tema, o no ha querido responder.
Francia es uno de los países más escépticos de los 14 incluidos en el estudio, y sólo los encuestados en Alemania expresan un apoyo aún menor (el 45% de los alemanes está a favor de la entrada de Ucrania en la OTAN). Lejos de un desacuerdo político entre Berlín y París, los resultados de la encuesta ponen de relieve una convergencia de percepciones entre ambas poblaciones. Por el contrario, las respuestas en Portugal (78% a favor de la entrada de Ucrania en la OTAN, y 81% en la Unión), Lituania (76% y 77%) y Polonia (71% y 72%) revelan un fuerte apoyo popular en varios países europeos.
En Francia, los encuestados mayores de 65 años tienden a mostrarse más abiertos a la idea de que Ucrania se incorpore a las instituciones europeas (58%) y a la OTAN (60%) que la media nacional. Políticamente, las personas próximas a los partidos Renaissance y Europe Ecologie Les Verts (EELV) expresan un fuerte apoyo a ambas propuestas (entre el 67% y el 69%), sentimiento compartido por la mayoría de los encuestados próximos a La France Insoumise (LFI): 58% para la OTAN, 64% para la Unión. La Reagrupación Nacional (RN) está más dividida, con un 41% a favor de la adhesión a la Unión y un 42% a favor de la OTAN, mientras que sólo el 33% de los afines a Reconquête desean que Ucrania se convierta en miembro de la Unión, y el 28% en aliado de la OTAN.
2 – Casi dos tercios de los franceses desean que Estados Unidos siga implicado en la seguridad y la defensa europeas
El futuro de las garantías de seguridad estadounidenses en Europa sigue debatiéndose a ambos lados del Atlántico mientras la campaña para las elecciones de noviembre de 2024 se acelera en Estados Unidos. Francia, heraldo de la autonomía estratégica europea, no la considera contraria a Estados Unidos, sino que insiste en la necesidad de prepararse para un futuro en el que la inversión política y militar estadounidense en Europa podría disminuir rápidamente.
Por todo ello, la opinión pública francesa se muestra cada vez más partidaria de que Estados Unidos siga implicado en la defensa de Europa. En 2020, el 45% de las personas interrogadas en Francia deseaban que Estados Unidos estuviera «algo o muy implicado», y el 41% que no lo estuviera en absoluto. Un año después, el 55% de los franceses apoyaba la implicación estadounidense en Europa. El cambio se interpretó como una reacción a la llegada de Joe Biden a la Casa Blanca, tras las múltiples crisis de los años de Trump. El apoyo de los franceses volvió a aumentar en 2022 (60%) y en 2023 (62%), probablemente como consecuencia de la invasión rusa de Ucrania. Este año, solo el 25% de los encuestados considera que Estados Unidos no debería implicarse.
Sin embargo, Francia sigue siendo uno de los países menos atlantistas de los 14 encuestados, sólo Italia y Turquía son menos entusiastas respecto a la implicación de Estados Unidos en la defensa de Europa. El 62% de los franceses a favor de la implicación estadounidense debe considerarse en el contexto de los resultados en los Países Bajos (74%), Portugal (83%) y Polonia (86%). Alemania, aunque más apegada a la presencia estadounidense (70%), ha experimentado un retroceso desde 2022 (75%), lo que revela ciertas frustraciones en el debate alemán frente a Estados Unidos.
3 – Los franceses anticipan el fin de la «hiperpotencia» estadounidense en favor de China
El fin de la era unipolar es objeto de mucha literatura académica. La competencia entre Estados Unidos y China está marcando los asuntos internacionales, y la política estadounidense se centra ahora en cómo responder al declive relativo de Washington frente a Pekín. Para los franceses, el orden mundial sufrirá un punto de inflexión en los próximos cinco años, cuando China llegue a ser más influyente que Estados Unidos en el mundo.
La situación es clara en 2023: el 60% de los encuestados en Francia considera que Estados Unidos es actualmente la potencia más influyente, frente a un 18% para China. A la pregunta de cómo cambiará esta influencia de aquí a 2028, el 25% de los franceses piensa que Estados Unidos mantendrá su estatus de número uno, mientras que el 42% espera que China domine.
Aunque todos los países incluidos en el estudio prevén el fin de la hegemonía incontestable de Estados Unidos en el mundo, Francia parece ser uno de los países donde la idea de un declive estadounidense en beneficio de China está más extendida. Sólo los italianos están aún más convencidos de este próximo cambio, ya que el 51% de los encuestados en Italia cree que China se convertirá en la potencia más influyente dentro de cinco años. Sin embargo, los franceses no acogen esta evolución con los brazos abiertos: el 51% de ellos piensa que Estados Unidos tiene una influencia positiva en el mundo, frente a sólo el 26% que comparte esta opinión sobre la influencia de China.
Entre la población francesa, los hombres (48%) son más propensos a considerar que China será la potencia más influyente dentro de cinco años, mientras que las mujeres (35%) se muestran más indecisas. Los franceses mayores de 65 años también apuestan más rápidamente por la emergencia de China (45%) que los jóvenes de 18 a 25 años (33%), que están más divididos entre Estados Unidos (27%) y la Unión Europea (23%).
4 – Francia no es especialmente el país de la «Europa potencia»
El Gobierno francés desea que surja una «Europa potencia». Emmanuel Macron ha hecho de esto uno de los temas clave de su visión del mundo, articulado en detalle en numerosos discursos oficiales desde 2017: frente a la competencia estratégica de las grandes potencias –Estados Unidos y China en particular–, la Unión Europea debe ser capaz de definir mejor, y defender mejor, sus propios intereses. El desarrollo de nuevas capacidades políticas, económicas, industriales, tecnológicas y militares se considera necesario para que Europa afirme su papel en el escenario internacional, y un requisito previo para su soberanía.
Esta visión es objeto de debate en el seno de la Unión, en particular entre los socios y aliados que dan prioridad al refuerzo del vínculo transatlántico para garantizar su seguridad y promover sus intereses estratégicos. También depende de la percepción que tengan los ciudadanos del papel de la Unión y de su capacidad para responder a sus necesidades. Es en este ámbito donde los franceses parecen ser más prudentes que muchos de sus socios y vecinos.
En Francia, el 57% de los encuestados dijo tener una opinión positiva de la influencia de la Unión en el mundo, frente al 67% de polacos y suecos, el 79% de lituanos y el 85% de portugueses. Los británicos, pese a haber abandonado la Unión, expresan ahora más apoyo a la acción internacional de la Unión (59%) que los franceses. Sólo los alemanes (56%) son ligeramente más negativos.
Los franceses también son de los menos entusiastas con la idea de que la Unión haga más en materia de seguridad y defensa (47%), mientras que la media de los países encuestados es del 54%. Tal propuesta recibe un apoyo abrumador en Italia (58%), Rumanía (62%) e incluso Turquía (66%). Para el 28% de los franceses, la actuación de la Unión en este ámbito ya es suficiente y no debería cambiar, mientras que el 9% desearía que la Unión redujera sus actividades.
5 – Los franceses están más preocupados por el estado de su democracia
La idea del «declive democrático» es común a muchos países occidentales. Adoptando diferentes formas, este sentimiento suele ser compartido tanto a la izquierda como a la derecha del panorama político nacional. En 2023, el 49% de los franceses considera que la democracia en Francia se encuentra en mal estado o en peligro, mientras que el 43% la considera en buen o muy buen estado. Estas cifras revelan una creciente preocupación de los ciudadanos franceses por la evolución de la situación política en su país.
El número de personas que se declaran satisfechas con el estado de la democracia en Francia sigue disminuyendo, pasando del 51% en 2021, al 47% en 2022 y, finalmente, al 43% en la actualidad. Aunque la mayoría de los jóvenes de 18 a 24 años (54%) se muestran especialmente negativos sobre el estado de la democracia, esta opinión es compartida en general por todos los grupos de edad en Francia.
Más que la edad o el sexo, las preferencias políticas desempeñan un papel importante en esta percepción. Más de dos tercios de las personas próximas al Rassemblement National son críticas (67%), al igual que el 63% de los encuestados de Reconquête y el 59% de France Insoumise. Por el contrario, sólo el 39% de los encuestados próximos a Europe Ecologie Les Verts y el 22% de los de Renaissance piensan que la democracia francesa está en mal estado o en peligro.
En la escala de la encuesta, la preocupación es mayor en Polonia, Italia y Turquía. Francia se encuentra en una situación similar a la de Estados Unidos, donde sólo el 42% de los encuestados considera que su democracia nacional se encuentra en un estado bueno o excelente. Sin embargo, las percepciones estadounidenses están muy polarizadas, con una diferencia de 30 puntos entre los demócratas, que en general están satisfechos con la situación actual, y los republicanos, que son muy críticos.
6 – Las generaciones más jóvenes son menos críticas con las acciones de Rusia
Ya sean los crímenes de guerra en Ucrania, los intentos del Kremlin de interferir en la política europea y estadounidense, la represión de la oposición rusa o el bloqueo del transporte de grano en el Mar Negro, las acciones del régimen ruso han afectado en gran medida a la imagen de Rusia a ambos lados del Atlántico. En los 14 países encuestados, más de dos tercios de los ciudadanos tienen una opinión negativa de la influencia de Rusia en el mundo (71%). Sólo el 18% la califica de positiva en 2023. Esta tendencia se confirma también en Francia, donde la percepción de la influencia rusa en el mundo es mucho más negativa (71%) que positiva (17%).
No obstante, el estudio muestra una importante brecha generacional, ya que los más jóvenes se muestran más favorables a Moscú. Mientras que el 5% de los mayores de 65 años tiene una opinión positiva de la influencia rusa en el mundo, casi un tercio de los franceses menores de 25 años (30%) y menores de 40 (31%) consideran que la influencia rusa es positiva. Se observa un patrón similar en la percepción de la influencia china en el mundo, lo que plantea la cuestión de si esta tendencia revela una forma de relativismo entre los jóvenes, o un endurecimiento de la opinión entre los mayores.
Políticamente, los resultados presentan algunas sorpresas. Mientras que los afines a Reconquête (31%) y La France Insoumise (30%) son los más propensos a tener una opinión positiva de la influencia de Rusia en el mundo, sólo el 17% de los encuestados próximos al Rassemblement National comparten esta opinión, un resultado equivalente al del partido Renaissance (15%). France Insoumise está dividida, con un 63% de encuestados que, sin embargo, tienen una opinión negativa. Además, aunque muchos dirigentes de Les Républicains han adoptado una postura conciliadora hacia Moscú, los afines a este partido son los que expresan una opinión más negativa de Rusia (84%).
7 – La influencia de China es vista como negativa por los franceses, que apoyan un enfoque más firme hacia Pekín
A ambos lados del Atlántico, las percepciones difieren en cuanto al enfoque que debe adoptarse hacia China. En general, Francia es uno de los países más favorables a una política más dura hacia Pekín.
Los franceses perciben a China como un competidor (40%), antes de calificarla de rival (21%) o de socio (17%), un resultado que parece validar el enfoque adoptado por la diplomacia francesa. Sin embargo, más de una quinta parte de los franceses (22%) no sabe cómo describir la relación. En cuanto a la influencia de Pekín en los asuntos internacionales, el panorama es más claro: la mayoría de los franceses (58%) tiene una percepción negativa de la influencia de China en los asuntos mundiales, lo que coincide con los resultados de años anteriores (58% en 2022 y 59% en 2021). Sin embargo, los más jóvenes son más propensos a considerar positiva la influencia de China (45% entre los jóvenes de 18 a 24 años, frente al 14% entre los mayores de 65 años).
A pesar de esta percepción generalmente negativa, los franceses no ven en China un reto importante para su seguridad. Del mismo modo, la opinión pública parece oponerse a una respuesta militar en caso de invasión de Taiwán. Una pequeña proporción de la población apoyaría el envío de armas (9%) o de tropas francesas (3%) a Taiwán, mientras que una mayoría estaría a favor de un enfoque diplomático (52%) y una pluralidad apoyaría las sanciones (28%). El público estadounidense tiene opiniones comparables, pero estas respuestas muestran una considerable distancia entre las expectativas del aliado del otro lado del Atlántico y las prioridades del público francés.
Sin embargo, en casi todos los ámbitos políticos, los franceses son los más favorables a un enfoque más duro hacia China. La mayoría de los franceses desearía que su gobierno adoptara un enfoque más firme hacia Pekín en materia de derechos humanos (62%), cambio climático (57%) y gestión de pandemias (54%). Mientras que un tercio de los franceses está a favor de una mayor cooperación con China en materia de nuevas tecnologías (31%), los encuestados de los países vecinos de Francia, como Alemania (37%) e Italia (47%), se muestran aún más abiertos a tal enfoque. Curiosamente, la mayoría de los partidarios de una política dura mantendría su postura aunque tuviera consecuencias negativas para la economía francesa (59%).
Esta postura hacia Pekín no implica directamente que los franceses sean los más críticos con China; también es probable que el apoyo a un enfoque más duro en política exterior, independientemente del país en cuestión, forme parte de las preferencias francesas más generales.
8 – Alemania menos fiable y desconfianza al otro lado del Canal de la Mancha: relaciones bilaterales por reconstruir
Las relaciones de Francia con su socio del otro lado del Rin se han visto marcadas este año por las dificultades para ponerse de acuerdo sobre las grandes cuestiones políticas europeas. No obstante, Alemania sigue siendo uno de los tres países más fiables a los ojos de los franceses, con un 74% de los encuestados que la consideran así en 2023. Además, el 73% de los alemanes considera a Francia un socio fiable, una percepción positiva que supera con creces la de Estados Unidos (60%).
Sin embargo, estas cifras revelan una disminución de la confianza mutua desde 2022: la confianza de los franceses en Alemania ha caído 8 puntos, y viceversa, se ha producido un descenso de 5 puntos en la confianza de los alemanes en Francia. Si nada cambia, esta dinámica negativa podría continuar en los próximos años.
En cambio, la confianza de los franceses en el Reino Unido sigue siendo relativamente limitada, tendencia que se mantiene desde 2021. Una pequeña mayoría de franceses considera que el Reino Unido es un socio fiable (53%), y la percepción británica de Francia apenas es más positiva (56%). Siete años después del Brexit, y pese a un visible acercamiento entre París y Londres en los últimos meses, la confianza entre los ciudadanos sigue siendo limitada. La Comunidad Política Europea, creada a raíz de una iniciativa francesa y cuya próxima cumbre se celebrará en Londres en el primer semestre de 2024, representa una oportunidad para encontrar nuevas vías de cooperación en el ámbito de la política exterior.
Es cierto que los profundos cambios del entorno geopolítico europeo nos obligarán a ir más allá de los marcos franco-alemán o franco-británico, pero éstos siguen siendo, no obstante, formatos poderosos para desarrollar iniciativas concretas, institucionalizadas o no. Para mantener esta ventaja a medio plazo y evitar perder los reflejos de coordinación entre París, Londres y Berlín, es vital reinvertir en estas relaciones.
9 – Los europeos están divididos sobre el tema de Ucrania
Los gobiernos de ambos lados del Atlántico no dejan de insistir en que apoyarán a Ucrania «mientras sea necesario», pero la opinión pública se muestra menos decidida. Por término medio, los encuestados se muestran ampliamente favorables a la entrada de Ucrania en la OTAN (61%) o en la Unión (63%), así como a la concesión de ayuda financiera para la reconstrucción del país (69%), pero persisten considerables divisiones.
Los franceses figuran entre los más escépticos sobre el acercamiento político a Ucrania, junto con Alemania, Italia y los Países Bajos. En Francia, sólo el 51% apoya la entrada de Ucrania en la OTAN (media del país: 61%), y el 52% en la Unión (media del país: 63%). Por otra parte, el 60% aprueba la idea de proporcionar a Ucrania ayuda financiera para su reconstrucción (media de todos los países: 69%). Los alemanes se muestran más reticentes que los franceses en estos tres puntos.
Así pues, el apoyo a Ucrania podría suscitar un mayor debate en Europa en los próximos meses, en un momento en que el final del conflicto es poco probable a corto plazo. En vísperas de las elecciones europeas, varios partidos políticos, tanto de izquierda como de derecha, podrían explotar estas divisiones de la opinión pública europea. Los responsables políticos, especialmente en París y Berlín, se enfrentarán entonces a un auténtico ejercicio de equilibrismo. Tampoco hay que subestimar el escenario de una disminución del apoyo estadounidense tras las elecciones de noviembre de 2024, ya que los encuestados republicanos confirman que la idea de integrar a Ucrania en las instituciones transatlánticas les entusiasma mucho menos que a sus compatriotas demócratas. Las respuestas a tal evolución deben elaborarse ya.
10 – El cambio climático y la inmigración se consideran los principales retos de seguridad en Francia
Aunque la guerra de Rusia contra Ucrania continúa en la vecindad directa de la Unión Europea, no es la principal preocupación de los franceses. Más de una cuarta parte de los franceses considera que el cambio climático es el reto de seguridad más importante para su país (27%), seguido de la inmigración (21%), el terrorismo y las guerras interestatales (10%). Como en 2022 (28%), el cambio climático sigue siendo la primera preocupación de los franceses.
La percepción de los retos de seguridad varía según la orientación política: los encuestados próximos al Rassemblement National tienden a dar prioridad a la inmigración (41%), y son menos propensos a considerar el cambio climático como el principal reto de seguridad para Francia (14%). Los Républicains tienen prioridades similares (40% para la inmigración, 16% para el cambio climático). Por el contrario, el 40% de los encuestados próximos al partido Renaissance cree que el cambio climático es el reto de seguridad más importante al que se enfrenta Francia, mientras que la inmigración se considera menos importante (14%).
Existe una continuidad con las ediciones anteriores de la encuesta en lo que respecta a la percepción del cambio climático: siempre estuvo entre las principales prioridades de seguridad de los franceses, pero pasó a un segundo plano en función de la evolución de la actualidad internacional: en 2021, las pandemias –prácticamente ausentes en la percepción de los retos de seguridad en 2023– fueron percibidas como una de las amenazas más importantes, mientras que la guerra entre países ocupó el primer lugar en 2022.
Aunque a menudo se percibe a los jóvenes como más atentos a las cuestiones climáticas, esta idea no se ve confirmada por la encuesta: la urgencia del cambio climático es unánimemente aceptada por los franceses, sea cual sea su edad. El 28% de los mayores de 65 años considera que el cambio climático es el principal reto para la seguridad de Francia, un nivel equivalente al de los encuestados de entre 18 y 24 años (31%). En comparación, la brecha generacional es mucho mayor cuando se trata de la inmigración, que es vista como la principal amenaza por el 27% de los mayores de 65 años, y sólo por el 9% de los encuestados de entre 18 y 24 años.