Según los medios estatales norcoreanos, Kim Jong-un dijo antes de la reunión que su primera visita a Rusia en cuatro años subrayaba la «importancia estratégica» de las relaciones entre Pyongyang y Moscú.

  • Los medios rusos destacaron el apoyo de Kim Jong-un a la guerra en Ucrania. Según Kim Jong-un, Rusia «obtendrá una gran victoria en la sagrada lucha para castigar a las fuerzas del mal que aspiran a la hegemonía y se alimentan de ilusiones expansionistas».
  • Para Putin, Corea del Norte ha cobrado especial importancia. La visita se produce en un momento en que Moscú busca comprar municiones para alimentar su guerra contra Ucrania. Según la BBC, a la pregunta de si los líderes hablarían de suministros de armas o de «cooperación técnico-militar», Putin respondió «hablaremos de todos los temas, sin prisas. Hay tiempo».
  • En julio, el ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu, visitó Corea del Norte. Según la Casa Blanca, las negociaciones sobre armamento entre ambas partes progresan activamente. Aunque fuentes de inteligencia occidentales han afirmado que Rusia podría aumentar su producción de artillería en los próximos dos años hasta unos 2 millones de proyectiles al año, es decir, aproximadamente el doble de algunas previsiones anteriores, estas cifras siguen estando muy por debajo de sus necesidades reales sobre el terreno. Corea del Norte posee el mayor arsenal del mundo de munición interoperable con los sistemas de la era soviética: proyectiles de artillería de 122 mm y 155 mm y cohetes de 122 mm.
  • A la pregunta de si Moscú ayudaría a Pyongyang a construir satélites, Putin respondió: «Para eso hemos venido al cosmódromo de Vostotchny». Pyongyang ha fracasado dos veces este año en su intento de desplegar un satélite espía y podría estar contando con Rusia para esperar poner uno en órbita.

Unas horas antes de la reunión, funcionarios de Corea del Sur y Japón informaron de que Pyongyang había disparado un misil balístico no identificado al Mar de Japón.