El informe1 muestra que la Unión Europea ha cumplido los objetivos para 2020 que se había fijado en 20092; sin embargo, subraya que el contexto de la pandemia y un crecimiento económico menor de lo esperado en algunos países son en parte responsables del incumplimiento de los compromisos climáticos. 

  • En Alemania -el mayor país emisor de Europa-, aunque las emisiones disminuyeron un 8,9% entre 2019 y 2020, el 63% de esta reducción es atribuible a los efectos de la pandemia. Para cumplir con sus compromisos, los Estados miembros también han podido recurrir al Régimen de Comercio de Derechos de Emisión, que permite a los países que han superado sus objetivos vender a otros sus derechos de emisión. 
  • La Unión Europea ha reducido su consumo de energía un 24,6% en 2020 respecto a las previsiones de 2007 en un escenario sin cambios (sin tomar medidas), superando el umbral del 20% que ella misma se había fijado. Sin la crisis de Covid-19, sin embargo, esta reducción habría sido sólo del 17,6%. 
  • Por último, los objetivos individuales de los Estados miembros se habían fijado utilizando las previsiones del PIB per cápita alcanzado por los distintos países en 2020: un país debía reducir sus emisiones más de un 20% si tenía un PIB per cápita elevado. La crisis financiera de 2009, que hizo que el PIB de la Unión Europea cayera un 4,5%, permitió en parte a los Estados miembros cumplir sus compromisos. 

Los países de la Unión Europea se han fijado el objetivo de reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 55% para 2030, en comparación con los niveles de 1990. Para esa fecha, el porcentaje de energías renovables en su combinación energética deberá haber alcanzado el 42,5%.

La Comisión había calculado que, para cumplir sus objetivos de reducción de emisiones en 2030, se necesitarían 392.000 millones de euros más cada año (en comparación con los niveles de 2011-2020) sólo en el sector energético3; aunque se había comprometido a dedicar el 20% de su gasto en el periodo 2014-2020 a la acción por el clima y declaró en junio de 2021 que había cumplido el objetivo, una auditoría del Tribunal de Cuentas Europeo situó en cambio el nivel de gasto en el 13% de su presupuesto4.

Durante el periodo 2021-2027, la Unión Europea se ha fijado el objetivo de gastar al menos el 30% de su presupuesto a largo plazo y del plan de recuperación NextGenerationEU. Sin embargo, este gasto representaría menos del 10% de la financiación necesaria.