Durante las negociaciones, Italia expresó numerosas reservas sobre el acuerdo, considerándolo «una reforma condenada al fracaso», según el ministro del Interior italiano, Matteo Piantedosi. Al final, para evitar el aislamiento, aparentemente Roma votó a favor de la reforma.
- Italia ha tenido que aceptar controles más estrictos para impedir el paso de solicitantes de asilo que desembarcan en su territorio -o en otros países limítrofes con las fronteras exteriores de la Unión- y luego se dirigen a otros Estados miembros sin haber presentado una solicitud de asilo. Roma ha sido acusada durante mucho tiempo por sus vecinos de no responsabilizarse del examen de las solicitudes, evitando así hacerse cargo de los procedimientos y la acogida, tal y como establece el Reglamento de Dublín para los primeros países de llegada.
- El gobierno de Meloni ha obtenido mayor libertad para negociar acuerdos bilaterales con países de tránsito como Libia y Túnez: «Queríamos evitar en los textos una redacción que debilitase la posibilidad de celebrar acuerdos con terceros países, siempre en el marco de la aplicación de la proyección exterior», explicó Piantedosi.
- Meloni realizó el domingo una visita relámpago a Túnez, acompañada por la Presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, y el Primer Ministro neerlandés, Mark Rutte.
- Otro éxito de Roma se refiere a la introducción de procedimientos fronterizos obligatorios, destinados a evaluar rápidamente en las fronteras exteriores de la Unión si una solicitud de asilo carece de fundamento o es inadmisible. Con esta nueva disposición, las personas sujetas al procedimiento fronterizo de asilo no podrán entrar en territorio italiano.
- Por último, Roma prefirió no aceptar el pago de indemnizaciones por parte de los Estados que rechacen la reubicación voluntaria de inmigrantes, e impulsó la creación de un fondo gestionado específicamente por la Comisión Europea para financiar proyectos relacionados con la gestión de la migración.
- Esta votación es importante porque muestra una vez más las divisiones entre Budapest, Varsovia y Roma sobre esta cuestión. Además de Hungría, Polonia también votó en contra del acuerdo. Para Giorgia Meloni, que apuesta fuertemente por su acuerdo con Varsovia de cara a las próximas elecciones europeas, se trata de un problema político a gestionar: aunque las dos capitales comparten rasgos políticos, sus intereses suelen entrar en conflicto a nivel europeo.
- Para Meloni, la alianza con el PiS polaco, aunque significativa en términos de escaños en el Parlamento Europeo, es menos útil a nivel intergubernamental: Varsovia no está alineada con Roma, y como Polonia no forma parte de la eurozona, es un aliado irrelevante en algunos debates de política económica.
Por eso, la estrategia de Fratelli d’Italia se dirige sobre todo a evitar el aislamiento en la próxima legislatura y a garantizar la participación en el proceso de toma de decisiones sobre los puestos ejecutivos.
- Parte del Gobierno italiano busca un amplio acuerdo para sustituir al grupo S&D de la coalición que eligió a Ursula Von Der Leyen como presidenta de la Comisión por el grupo Conservadores y Reformistas Europeos (ECR), liderado por la propia Giorgia Meloni.
- Esta estrategia cuenta con el apoyo, en particular, de Antonio Tajani, vicepresidente del Consejo y miembro del Partido Popular Europeo (PPE, Forza Italia), y de Manfred Weber, presidente del PPE, que estuvo en Roma el jueves y el viernes para una asamblea del grupo.