A pesar de los pequeños avances del ejército ruso en territorio ucraniano durante los dos últimos meses, la intensidad de los bombardeos y ataques selectivos no ha disminuido este invierno. En los alrededores de la ciudad de Kherson, a orillas del río Dniéper, ambos ejércitos denuncian regularmente intentos de sabotaje y otras desestabilizaciones.

  • En noviembre, la retirada de las fuerzas rusas de Kherson marcó el fracaso de la ofensiva rusa en el sur de Ucrania.
  • Desde al menos mediados de octubre, las imágenes por satélite revelan que el ejército ruso ha estado cavando un gran número de trincheras y construyendo fortificaciones en el norte de la península de Crimea.
  • Con ellas se pretende evitar un posible intento de avance ucraniano en primavera hacia Crimea, una región muy estratégica y simbólica para el Kremlin desde su anexión en 2014.

En Kherson, el río Dniéper se divide en varios brazos para formar un delta de casi 350 km², muy difícil de cruzar sin un puente. La alternancia de marismas, vías fluviales y zonas recreativas lo convierten en un lugar de escasa importancia estratégica relativamente poco afectado por los conflictos de alta intensidad, a diferencia de los pueblos situados a lo largo del río entre Nikopol y Oleksandrivka, regularmente alcanzados por el fuego de mortero y artillería rusos1.

Aunque los combates allí son mucho menos intensos que en Bajmut, se observa regularmente la presencia de pequeños destacamentos ucranianos y rusos.

  • En diciembre, pocas semanas después de la toma de la ciudad, las fuerzas rusas informaron de un intento de desembarco ucraniano en la isla de Bilohrudove, situada entre el Dniéper y el río Konka, que al parecer fue repelido por la 810ª Brigada de Infantería Naval de la Flota del Mar Negro2.
  • El 23 de enero, las fuerzas ucranianas anunciaron que habían hundido un barco en el que viajaban «saboteadores» rusos que intentaban llegar a la isla de Potemkin3.
  • Ayer, el centro de prensa ucraniano para la coordinación conjunta de las fuerzas del sur anunció que había observado un aumento de «los intentos de reconocimiento y sabotaje en la zona del delta del río Dniéper, probablemente con el objetivo de simular la amenaza de una escalada al sur de la ciudad de Kherson»4.

La destrucción sistemática de los puentes que cruzan el Dniéper -incluido el puente Antonovsky, destruido en noviembre- limita la posibilidad de que el ejército ucraniano pueda llevar a cabo una ofensiva desde Kherson. Las operaciones de sabotaje y reconocimiento llevadas a cabo por los dos ejércitos parecían tener como objetivo impedir la instalación de tropas enemigas en las numerosas islas del delta del río.

Notas al pie
  1. Siobhán O’Grady y Anastacia Galouchka, « Along front-line river, this deadly road shows toll of Russia’s war », The Washington Post, 30 de enero 2023.
  2. https://t.me/diza_donbass/1484
  3. Tweet d’Ukraine Battle Map, 23 de enero 2023.
  4. Kateryna Stepanenko, Karolina Hird, Riley Bailey, Layne Philipson, Nicole Wolkov y Frederick W. Kagan, Russian Offensive Campaign Assessment, February 1, 2023, Institute for the Study of War.