- Repunte de la pandemia. China ha identificado más de 2.000 nuevos casos diarios de Covid-19 esta semana. Shanghái y Shenzhen están intensificando las pruebas a la población, mientras que el repunte está obligando a las autoridades a cerrar algunas escuelas y lugares turísticos. La China de Xi Jinping sigue advirtiendo de los peligros de cualquier rebote a gran escala, a pesar de la exasperación manifestada en las redes sociales por los constantes confinamientos y tests de las últimas semanas.
- Burbuja inmobiliaria. El sector inmobiliario es el primero en verse afectado por la recesión económica y las restricciones sanitarias. Las ventas y la construcción de inmuebles en China han descendido un 50% desde principios de año, mientras que la cantidad de inmuebles en construcción este año ha caído un 37%. En vísperas del 20º Congreso del PCC, el mercado inmobiliario parece verse obstaculizado por las políticas de Pekín para reducir el riesgo crediticio y hacer más asequible la vivienda en nombre de la «prosperidad común».
- Inteligencia artificial. Xiaolai es el primer robot químico del mundo guiado por IA. Creado por investigadores de la Universidad de Ciencia y Tecnología de China, una prueba demostró que podía realizar en pocas semanas estudios que a los científicos les llevaría años: analizar 16.000 documentos académicos, identificar y aislar sustancias químicas, realizar 200 pruebas y analizar los resultados.
- Agricultura. China pretende reducir su dependencia del maíz estadounidense acelerando las importaciones de maíz brasileño. En 2020 se importaron más de 20 millones de toneladas de maíz de Estados Unidos, más de la mitad de las importaciones totales del país. En un contexto de tensiones geopolíticas y de subida del dólar, el precio del maíz estadounidense ha subido un 20% en menos de tres meses, por lo que urge encontrar alternativas.
- Economía. Xi quiere que el PIB de China crezca más del 5% anual en su próximo mandato. Un objetivo que parece alcanzable, ya que el tamaño de la economía china se ha duplicado con creces desde 2010. Aunque los observadores temían que China quedara atrapada en la «trampa de la renta media», la renta per cápita de China ha superado la de otros países de renta media, como Argentina y Rusia, alcanzando el límite de lo que el Banco Mundial define como «renta alta».
- Manifestaciones. Se han publicado en redes sociales imágenes inéditas de manifestaciones en China, en las que se veían dos pancartas desplegadas en el puente de Sitong, en el noroeste de Pekín. Las pancartas iban dirigidas directamente a las políticas sanitarias restrictivas de Xi Jinping: «Queremos alimentos, no pruebas de PCR. Queremos ser ciudadanos, no esclavos. Queremos respeto, no mentiras». Las pancartas también pedían la celebración de elecciones en lugar del nombramiento de un «líder», título que los miembros del Partido han utilizado para describir a Xi.
- Liderazgo. Los principales líderes del Politburó concluyeron el miércoles una última reunión antes del Congreso, donde se espera que consolide el poder de Xi Jinping. El Comité Central elogió los «inusuales y extraordinarios» logros de Xi en los últimos cinco años, y reafirmó que su estatus central en el partido refleja «la aspiración común de todo el partido, de todo el ejército y de toda la nación, y tiene una importancia decisiva para los esfuerzos del partido y del país», a pesar de un entorno internacional complejo y de las dificultades en el país.
- Militar. Semanas antes del Congreso del Partido Comunista, un documental destacó las principales contribuciones de Xi Jinping. Para evitar la mismo suerte que la Unión Soviética, «un país fuerte debe tener un ejército fuerte». Sobre todo, los observadores señalan los esfuerzos de Xi por revivir el «espíritu del Ejército Rojo» en el Ejército Popular de Liberación (EPL) en medio de los cambios geopolíticos, un enfoque de la fusión del Partido Comunista y los militares basado en el principio maoísta de «el poder político está al final del cañón» (枪杆子里面出政权).
- Naciones Unidas. El representante permanente adjunto de China ante las Naciones Unidas, Geng Shuang, dijo en una sesión especial que la «política de bloques» refleja una mentalidad «fría» y «peligrosa» que no traerá la paz. China, junto con otros 34 países, se abstuvo de condenar la anexión de territorio ucraniano por parte de Rusia en la votación de la ONU de esta semana.
- Taiwán. En un discurso pronunciado el lunes con motivo del Día Nacional de Taiwán, Tsai Ing-wen, la presidenta de Taiwán, declaró que la isla debe aumentar su capacidad de resistencia internacional frente al creciente autoritarismo de China. Advirtió a Pekín de que Taiwán no renunciaría a su democracia ni a su soberanía, comparando la intimidación de China con la agresión rusa en Ucrania. No obstante, Tsai Ing-wen ha señalado que sigue dispuesta a reanudar los contactos diplomáticos con China, que Pekín cortó tras su elección en 2016.