• En el mercado francés, para los contratos diarios, el precio se ha duplicado con creces desde el comienzo de la invasión rusa de Ucrania. Para los contratos a plazo de un año, el precio ha superado la marca simbólica de 1.000 euros por MWh, y el equivalente alemán alcanzó los 829 euros por MWh el 25 de agosto. A nivel europeo, el precio de referencia de la electricidad se ha multiplicado por diez en comparación con la media de los últimos diez años. El precio del gas se ha multiplicado por 14.
  • El mercado europeo de la electricidad se basa en el principio del precio marginal, que corresponde al coste de producción del último kWh producido. Por lo tanto, es la última central eléctrica necesaria para satisfacer la demanda, a menudo una central de gas o carbón, la que fija el precio global de la electricidad.
  • Algunos Estados miembros, como España, Francia, Portugal, Italia y Grecia, llevan pidiendo una revisión del mercado eléctrico europeo desde noviembre de 2021. En abril, España y Portugal, que tienen una importante proporción de energía renovable en su mix energético y no están bien conectados a la red europea, llegaron a un acuerdo con la Comisión Europea sobre la desagregación de los precios de la electricidad y el gas, conocido comúnmente como la «excepción ibérica».
  • Al mismo tiempo, en un informe publicado el 29 de abril, la Agencia Europea de Reguladores de la Energía (ACER) consideraba que «aunque las circunstancias actuales que afectan al sistema energético de la Unión distan mucho de ser normales, el diseño actual del mercado de la electricidad no es reprochable y debe mantenerse». La Agencia también se oponía a la perpetuación de las medidas intervencionistas, recordando que deben seguir siendo temporales, específicas y enmarcadas, y que la Unión debe abordar ante todo «las raíces» del problema, es decir, la dependencia del gas ruso.
  • Pero desde la semana pasada han aumentado los llamamientos a la revisión de la arquitectura del mercado, con los cancilleres austríaco y alemán pidiendo una revisión del mecanismo de fijación de precios.
  • En la actualidad, hay varias opciones sobre la mesa: a finales de julio, Grecia había propuesto dividir los mercados eléctricos en dos, para diferenciar entre las energías renovables más la nuclear (más baratas) y los combustibles fósiles (más caros). España por su lado apoya la ampliación de la «excepción ibérica» a nivel europeo.
  • Para cambiar la legislación actual, se necesitaría una mayoría cualificada en el Consejo. Una revisión a fondo del mercado de la electricidad, que también tenga en cuenta el creciente papel de las energías renovables en los sistemas energéticos de los Estados miembros, en contraposición a las medidas temporales de emergencia, podría llevar demasiado tiempo para que los consumidores noten rápidamente sus efectos.