• Cuando la guerra en Ucrania entra en su 120º día, Kaja Kallas insistió en que la actual estrategia de «tripwire» de la OTAN está obsoleta, y no puede responder a un posible ataque ruso: «Si se comparan los tamaños de Ucrania y los países bálticos, [una invasión] significaría la completa destrucción de los países y de nuestra cultura.»
  • De hecho, Estonia, Letonia y Lituania están presionando para que la estrategia actual sea sustituida por otra en la que la OTAN tenga como objetivo defender cada centímetro de territorio en todo momento. Tallin pide el despliegue de una división, o entre 20.000 y 25.000 soldados de la OTAN, en Estonia, Letonia y Lituania. También subrayó que Estonia es uno de los mayores partidarios de la entrada de Suecia y Finlandia en la OTAN, pero se muestra «escéptica sobre la posibilidad de alcanzar un acuerdo con Turquía antes de la Cumbre de Madrid».
  • En una entrevista publicada en nuestras columnas el mes pasado, Max Bergmann, director del programa de Europa del CSIC, dijo que confiaba mucho en que el flanco oriental de la OTAN se reforzaría tras la invasión rusa de Ucrania. Sin embargo, los recientes comentarios de Vladimir Putin sobre la reducción del tráfico ferroviario entre Moscú y el exclave de Kaliningrado -cuya línea férrea pasa por Lituania- suponen una amenaza más inmediata para los Estados bálticos, así como para otros países fronterizos con Rusia, como Finlandia.
  • Kaja Kallas también subrayó que la fatiga de la guerra empieza a notarse y que en la guerra de la información Rusia empieza a jugar con los efectos de una guerra prolongada: en la estrategia de Moscú, la crisis alimentaria se está convirtiendo en una herramienta de propaganda y presión. En este contexto, no deben excluirse los debates sobre un séptimo paquete de sanciones. Sin embargo, no deben tocar el gas: «Debemos adoptar un nuevo paquete para enviar una señal a Rusia de que no estamos cansados. Cada paquete ha sido más difícil de adoptar, y el séptimo será sin duda el más difícil, entre otras cosas porque algunos piensan que ya hemos hecho todo lo que podíamos y que deberíamos parar aquí».
  • Mientras que Ucrania y Moldavia van a recibir el estatus de candidatos a la adhesión a la Unión Europea, añadió que la idea del presidente francés de una comunidad política europea no despertó mucho entusiasmo: «Si es una forma educada de decir ‘no’ a los países que quieren entrar en la Unión, para nosotros es no. Si la idea es que los países de Europa (incluido el Reino Unido) que no forman parte de la Unión se sienten a la mesa para debatir cuestiones que nos conciernen a todos, por qué no».