• El pasado domingo 3 de abril tuvo lugar la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Costa Rica, donde se enfrentaron el expresidente, José María Figueres, del Partido de Liberación Nacional (PLN), y Rodrigo Chaves Robles, del Partido Progreso Social Democrático (PPSD).
  • La primera vuelta se celebró el 6 de febrero, pero ninguno de los candidatos obtuvo un mínimo del 40% de votos. El Partido Acción Ciudadana (PAC), actualmente en la presidencia, fue derrotado de forma abrumadora, con menos del 1% de los votos. 
  • Con el 52,85% de los votos, gana la segunda vuelta Rodrigo Chaves, quien ejercerá como presidente a partir del 8 de mayo. Sin embargo, la representación de su partido en el Parlamento se sitúa en torno al 17,5%, mientras que la del PNL representa más del 50% de la Cámara. Por ello, los acuerdos y pactos serán una dimensión insalvable de este nuevo gobierno. De hecho, en sus primeros discursos públicos, el recién elegido presidente ya ha instado a la colaboración política e interpartidaria.
  • Rodrigo Chaves es un economista de 60 años, cuyo recorrido político en Costa Rica es reciente. En 2019 fue nombrado Ministro de Hacienda, durante el gobierno de Carlos Alvarado. Y, tras algunos enfrentamientos con el entonces presidente, acabó por renunciar al cargo en mayo de 2020, comenzando su candidatura a la presidencia de Costa Rica por el PPSD. Su campaña electoral viró en torno al concepto de cambio, presentándose como la alternativa y solución a la corrupción institucional. Asimismo, ha prometido la democratización del poder, acabando con la situación de privilegio de los grupos poderosos, y favoreciendo a los menos privilegiados. Sin embargo, algunos analistas han desacreditado sus discursos por populismo. Por otro lado, es importante recordar las varias denuncias por acoso sexual que ha recibido, y que le obligaron a dejar su cargo de funcionariado en el Banco Mundial.
  • Durante el proceso electoral, el clima social predominante en Costa Rica fue el de la desafección política. En la primera vuelta, la abstención alcanzó el 40%, al igual que en la segunda vuelta, que fue incluso un poco mayor alcanzando un 42,85%.  Además, las elecciones estuvieron marcadas por fricciones y reprimendas entre los candidatos y sus afines. 
  • A pesar del predominio de los enfrentamientos, así como las críticas a la prensa, Rodrigo Chaves expuso, aunque de forma muy sucinta, las directrices del nuevo gobierno, entre las que destacan medidas económicas como estimular la actividad empresarial, atraer la inversión, apoyar a los sectores menos desarrollados del país y aliviar las cargas sociales. 
  • El país pasa actualmente por un momento difícil, debido a la enorme deuda, las quiebras en el sistema social, las desigualdades, la delincuencia, y la crisis post-pandemia. Además, la polaridad política, así como la faceta populista y de diálogo rudo del recién elegido presidente han causado ya enfrentamientos con algunos sectores sociales, como el feminismo o el sector agrario. Lo cual incita a pensar que el inminente gobierno costarricense será arduo y turbulento.