«Todavía es posible vivir feliz en una tierra magnífica», una conversación con Bernard Aspe
Política
«La verdad es que el mundo y sus habitantes pueden ser destruidos, pero aún pueden ser salvados. Y esto es lo que se oculta: no sólo en el modelo reaccionario de negar la gravedad de la situación ecológica global, sino también con la sensación de que sería demasiado tarde, de que ya no se podría hacer nada. La comodidad de la desesperación de izquierda por un lado, la negación cada vez más delirante de la reacción por el otro».