Pascale Massot


Washington tiene una obsesión: ganar la guerra tecnológica con sus propios recursos.

Al desarrollar una estrategia de reducción de riesgos, la Unión se muestra más cautelosa.

Pero ambas estrategias podrían estar condenadas al fracaso: el dominio chino en el ámbito de los minerales críticos es sencillamente enorme.

Partiendo de esta constatación, una política realista debe saber combinar resiliencia y asimetría.

Tres mitos enturbian nuestra comprensión de la China de Xi Jinping: que es unida, poderosa y predecible.

Todas estas representaciones están sesgadas. Para Pascale Massot, sería más útil partir de sus opuestos: heterogeneidad, vulnerabilidad e incertidumbre. A partir de estas tres palabras, propone una nueva heurística para comprender China.