A medida que se prolonga la guerra en Ucrania, los aliados de Rusia dan la espalda a Moscú, obligándole a redoblar sus esfuerzos diplomáticos. La Organización del Tratado de Seguridad Colectiva, que el Kremlin utilizó para mantener a varias antiguas repúblicas soviéticas dentro de la órbita geopolítica de la Federación Rusa, está siendo abandonada de facto por los aliados históricos. Más allá de la guerra de conquista en Ucrania, la Rusia de Putin libra una batalla diplomática en todos los frentes.
Nikola Mikovic