Asia Septentrional

Gran formato

En 1577, animado por el éxito militar de su nueva campaña en Livonia, Iván el Terrible retoma la pluma tras trece años de silencio. En esta segunda carta, el primer zar emite una acusación y una justificación: poniéndose en el papel de víctima, afirma que la incesante oposición habría forjado su severidad y fortalecido su determinación —y que, como prueba, Dios está de su parte—.

En la última parte de su primera carta, Iván el Terrible sigue debatiéndose entre sus dos hipóstasis: el soberano invencible y el buen cristiano. Después de haber fulminado en las secciones anteriores, el zar está desesperado por limpiar su nombre y devaluar todas las hazañas de Kurbski con las armas. Defiende con ardor su autoridad legítima, justificando los castigos infligidos como necesarios para mantener el orden y la justicia. Sin cesar de citar las Escrituras, invoca la justicia divina, convencido de que sus actos serán santificados por Dios.

Iván el Terrible continúa su ofensiva contra el príncipe Kurbski. La segunda parte de la carta nos sumerge en la atormentada vida del zar, revelando las conspiraciones, traiciones y luchas de poder que marcaron su reinado. Iván lamenta los sufrimientos padecidos desde su infancia, los ataques de enemigos extranjeros y las maquinaciones de los boyardos que usurparon el poder. A través de este relato, Iván justifica sus acciones para defender y consolidar su autoridad, mostrándose implacable contra sus enemigos.

En julio de 1564, enfurecido, Iván el Terrible envió una larga carta de respuesta a Andrei Kurbski. Este texto, que se ha convertido en un clásico, revela crudamente la lógica despiadada del déspota. Llena de maldiciones, analogías bíblicas y florituras lingüísticas, la carta tiene un único propósito: justificar el derecho absoluto a gobernar sin trabas. La publicaremos en tres partes.

Segundo episodio de nuestra serie de verano «Doctrina del primer zar: cartas encontradas de Iván el Terrible».

En mayo de 1564, en plena guerra de Livonia, llega a Moscú un mensajero. A pesar de las atroces torturas, muere sin revelar ningún secreto. Su misión estaba cumplida: entregar la primera carta del príncipe Andrei Kurbski a Iván el Terrible. Así comienza una correspondencia que durará quince años. En estos intercambios apasionados y feroces, chocan dos visiones del mundo, dos paradigmas políticos y poéticos, que sientan las bases escritas de la samoderzhaviye —la autocracia rusa—.

Primer episodio de nuestra serie de verano «Doctrina del primer zar: cartas encontradas de Iván el Terrible».

¿Cómo explican las elecciones europeas desde Moscú? Del interés de los comentaristas por la victoria de Bardella y Reagrupación Nacional hasta una extraña obsesión por la era Merkel, pasando por una teoría de las «élites grises» de Bruselas, estos intercambios que transcribimos, traducimos y comentamos reflejan el estado de los puntos nodales sobre la Unión en Rusia —a veces sorprendentes desde este extremo del continente—.

Frente a la maquinaria tecnocrática de la diplomacia rusa, Vladimir Putin pronunció el viernes un importante discurso que actualiza el concepto estratégico de Rusia: de la armamentización del Sur Global a una nueva apertura a los «pueblos de Europa» y a las fuerzas políticas que habrían ganado las elecciones europeas del 9 de junio —pasando por una «propuesta de alto el fuego» que le permitiría engullir una cuarta parte del territorio ucraniano—.

La presencia de Zelenski en las conmemoraciones del Día D en Normandía enfureció al amo del Kremlin.

En su empresa de propaganda antihistórica, Putin podría estar orquestando un giro: la «nacionalización» de una victoria antaño calificada de soviética —para ocultar mejor el papel de los ucranianos—.

En Youtube, una ícono pop entrevista a un líder religioso ultraconservador. Sostiene que existe una continuidad entre la resistencia de Bizancio a Occidente y la política exterior rusa; que la invasión de Ucrania fue profetizada por los «starets»; que estamos a tantos años del inicio de la perestroika como los 40 años que Moisés caminó por el desierto.

Para medir la politización de la Iglesia Ortodoxa, traducimos y comentamos los intercambios entre Ksenia Sobchak y el obispo Tijon —leal a Putin y probable sucesor del patriarca Kirill—.

Ayer se clausuró en la capital de Tartaristán el acontecimiento más importante del año dedicado al mundo musulmán en Rusia.

Desde la importancia estratégica del mercado halal hasta la doctrina del eurasismo y el lugar del Islam en el «Estado-civilización» ruso, repasamos en 10 puntos el trasfondo político y religioso del Foro de Kazán.