Hoy es 1 de abril y hace exactamente cuarenta años que Europa no está tecnológicamente muerta. ¿Por qué no hemos sacado ninguna conclusión cultural de esto?
Basándose en el éxito y la centralidad documentada de la empresa holandesa ASML, en el corazón del ecosistema tecnológico y económico mundial, Alessandro Aresu pide una llamada de atención.