Las últimas previsiones del Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas a Plazo Medio (ECMWF), actualizadas este miércoles 5 de noviembre, indican que las temperaturas deberían mantenerse relativamente altas en Ucrania durante los próximos 10 días. Excepto en el oeste del país, no deberían bajar de los 0 °C durante la noche hasta el 15 de noviembre.
Esto podría ser una buena noticia para las ciudades del país, pero una mala noticia para el mando militar.
- Cada año desde 2022, Rusia ataca con drones y misiles las instalaciones ucranianas de producción y transmisión de electricidad (centrales eléctricas, líneas de alta tensión, transformadores, etc.).
- Estos ataques son cada vez más frecuentes a medida que se acerca el invierno, especialmente contra las instalaciones de producción y almacenamiento de gas natural.
- Las temperaturas más altas de lo normal para esta época del año podrían aliviar la dureza de estos ataques para la población civil.
En el frente, en el este y el sur del país, las temperaturas más altas que en inviernos anteriores serán bien recibidas por los soldados, que sufrirán menos las condiciones meteorológicas. Sin embargo, para el mando ucraniano, la llegada de la nieve suele indicar una posible ralentización de los movimientos, especialmente de los vehículos blindados.
- El año pasado, las primeras nevadas llegaron a finales de noviembre. Sin embargo, es en enero y febrero cuando las temperaturas suelen ser más bajas.
- Mientras las fuerzas rusas están a punto de capturar Pokrovsk y avanzan en el norte del país, alrededor de Kupiansk, una caída de las temperaturas podría haber contribuido a frenar el impulso de Moscú.
- Es durante el invierno cuando el avance ruso es más débil: en marzo, Moscú solo había avanzado 133 km² y solo 39 km² durante el mismo periodo en 2024, según Deep State.
Las previsiones a corto y mediano plazo anticipan un invierno más suave que en años anteriores en Europa. Las temperaturas más altas reducirán el costo de las importaciones de gas para Kiev, así como para todos los países europeos, que deberían empezar a recurrir a sus reservas en las próximas semanas.