Sébastien Lecornu presentó su renuncia esta mañana, lunes 6 de octubre, 27 días después de su nombramiento por Emmanuel Macron, convirtiéndose en el quinto primer ministro en menos de dos años.

El nombramiento de los 19 ministros ayer por la noche y la publicación de estos nombramientos en el Diario Oficial hacen que los ministros que renuncian, que deberían haber hecho hoy el traspaso de poderes, se encarguen ahora de los asuntos corrientes. Los nuevos ministros son competentes desde la firma del decreto relativo a la composición del gobierno.

  • Se trata de una situación sin precedentes en la V República, que otorga muy poca legitimidad política a los ministros.
  • Por el momento, el presupuesto para 2026 es la única restricción constitucional. En teoría, este debe presentarse al Consejo de Ministros antes del primer martes de octubre —es decir, mañana— y ante el Parlamento a más tardar el día 13, para que la Asamblea disponga de los 70 días previstos por la Constitución.
  • Tampoco es imposible, dada la situación internacional, que las decisiones relativas a varios asuntos clave —las fuerzas armadas, por ejemplo— se tomen en el gabinete del primer ministro que renuncia.
  • En este contexto único, la Secretaría General del Gobierno adquiere una importancia sin precedentes, al igual que las direcciones de las administraciones centrales que, en ausencia de impulso político, deberán encontrar la manera de actuar y arbitrar sobre cuestiones a veces cruciales dentro de los límites de sus competencias.

El presidente de la República tiene ahora varias posibilidades.

  • La «base común», la alianza que agrupa a los partidos de la coalición presidencial ¡Juntos! y Los Republicanos, cuenta con 211 escaños en la Asamblea.
  • Para construir una mayoría, se necesitan 289 escaños. El bando presidencial, aliado con LR, debe por tanto obtener el apoyo de 78 diputados.

Si bien las posibilidades de una nueva disolución han aumentado considerablemente desde esta mañana —lo que también se refleja en la reacción de los mercados—, nada obliga constitucionalmente a Emmanuel Macron a volver a las urnas para unas elecciones que, según las últimas encuestas, podrían ser muy desfavorables para las fuerzas del centro.

  • Si no convoca nuevas elecciones, el presidente puede volver a nombrar a un primer ministro.
  • Podría recurrir a la izquierda eligiendo a una personalidad más o menos cercana al PS, aunque nada indica que un primer ministro de este tipo lograría que la Asamblea aprobara un presupuesto.
  • Para obtener la mayoría, este hipotético gobierno necesitaría el apoyo de los ecologistas, de toda la antigua mayoría presidencial, pero también de Los Republicanos o del grupo LIOT.
  • Bruno Retailleau, líder de Los Republicanos, ya declaró que «no se plantea en absoluto respaldar a un gobierno y a un primer ministro de izquierda».