Durante mucho tiempo, Francia se ha beneficiado de tipos de interés muy bajos dentro de la zona euro, aunque seguían siendo superiores a los alemanes.

  • Gracias al tamaño de su economía y a la solidez de su administración, la firma del Estado francés seguía siendo sinónimo de alta seguridad para los inversores franceses y extranjeros.
  • Sin embargo, desde la crisis financiera de 2009, se ha producido un rápido aumento de la deuda francesa, que se ha acelerado aún más en los últimos años debido a la pandemia y a las importantes reducciones de impuestos y cotizaciones sociales decididas por los sucesivos gobiernos de Emmanuel Macron.
  • Esta dinámica ha ido acompañada de un notable repunte de los tipos de interés franceses y del aumento del diferencial, es decir, la diferencia de tipos de interés con Alemania.

La incertidumbre y la inestabilidad políticas que se derivaron de la disolución de la Asamblea Nacional en junio de 2024 han agravado considerablemente la situación en los últimos meses, lo que ha provocado, entre otras cosas, la rebaja de la calificación de la deuda francesa por parte de varias agencias de calificación.

  • Francia es ahora el tercer país de la Unión en cuanto al tamaño de su deuda pública en relación con su PIB, por detrás de Grecia e Italia.
  • Sin embargo, parte de la deuda griega está garantizada por el BCE desde la crisis de 2015, lo que explica que los tipos de interés griegos sean más bajos que los italianos, que hasta ahora eran los más altos de la zona euro. 
  • Desde hace un año, los tipos de interés de la deuda francesa se han ido acercando progresivamente a los italianos.
  • Tras la dimisión de Sébastien Lecornu, hoy, 6 de octubre, los han superado y son ahora los más altos de la zona euro.

Por el momento, esta deriva no tiene consecuencias graves, ya que la mayor parte de la deuda pública francesa se contrajo en un momento en que los tipos de interés aún eran muy bajos.

  • Sin embargo, el nivel alcanzado ahora por estos tipos debería mantenerse de forma duradera o incluso aumentar si la crisis política no se resuelve rápidamente.
  • La situación de las finanzas públicas francesas podría volverse insostenible y sumir al país en una grave crisis financiera.