Pablo, ¿nos puedes contar lo que has visto estos últimos días en Buenos Aires tras el tuit de Milei del viernes pasado y la criptoestafa que le siguió?

Pablo Castro 

El martes abrió el mercado en Estados Unidos después de tres días de feriado —sábado, domingo y lunes (Feriado de President’s day) 1.

Economista y politólogo

El lunes se trataba de fijarse solamente en Argentina: el mercado cayó —pero menos de lo que yo esperaba—. El martes ocurrió básicamente lo mismo, e incluso mejor de lo que yo esperaba. Así que diría que en estos momentos soy cautelosamente optimista porque las acciones vienen cayendo mucho menos de lo que pensé que podía pasar. 

Por lo tanto, mi lectura inicial sería que el mercado no lo está viendo como una amenaza seria a la gobernabilidad de Milei.

¿A nivel económico no ha sido tan grave como podía parecer? 

Andrés Malamud 

Investigador en el Instituto de Ciencias Sociales de la Universidad de Lisboa

No teníamos lluvia de inversiones antes del tuit; no tenemos fuga de inversiones después de la ya famosa entrevista de Milei con Jonatan Viale y la conferencia de prensa desde la Casa Rosada. Por lo menos no hemos tenido una reacción fuerte negativa. 

Estuve conversando con inversores sobre las turbulencias de estos días y este año electoral en Argentina. Pero, en general, ellos dicen que lo que esperan es previsibilidad a largo plazo. Ni siquiera les interesa mucho la elección intermedia. Lo que quieren ver es la reelección de Milei en el 2027 —no lo que pasa con Cristina Kirchner en el 2025—. Eso puede explicar en parte lo que estás mencionando: la caída no fue tan profunda como se esperaba.

En el fondo, las turbulencias de corto plazo no son lo que determina la magnitud de las inversiones. Lo que importa es el largo plazo. Y en ese aspecto, Argentina salió del centro del radar en el que había estado el año pasado. Ahora ese espacio lo ocupan Trump y Musk, con la reorientación de la geopolítica norteamericana, reuniéndose en Arabia Saudita con Rusia para definir el futuro de Europa —sin Europa y sin Ucrania—.

Con Trump y Musk en el centro de la atención y la reorientación de la geopolítica norteamericana, eso le permite a Milei cometer errores. No está fuera del radar —pero está debajo del radar—.  

Andrés Malamud

Eso quizás sea lo que le permite a Milei cometer errores. No está fuera del radar —pero está debajo del radar—. 

¿Qué es lo que están viendo los inversores? ¿Qué están midiendo después del tuit y después de la entrevista fallida del lunes por la noche? 

Pablo Castro 

El año pasado, Argentina fue el mejor trade del año de todos los países del mundo. Fue la bolsa que más subió, tuvo los bonos que más subieron. Eso fue un one-off, algo de única vez por el nivel bajisimo de donde se arranca. Sin embargo, previo a todo este episodio, en general Wall Street es bastante optimista con respecto a Argentina en 2025.

No se esperaban retornos como los del año pasado, pero sí se esperan buenos retornos en comparación con los otros países del mundo. Eso se explica porque todavía hay margen para que compriman los bonos, todavía hay margen para que las empresas argentinas se acerquen a valores más cercanos a empresas de la región. En general, los informes de los bancos de inversión —como Morgan Stanley y Goldman Sachs— son bastante positivos, han escrito positivamente respecto a Argentina.

La pregunta que todos nos hacemos este año es qué va a pasar con las elecciones y qué va a pasar con el cepo. 

En general Wall Street es bastante optimista con respecto a Argentina en 2025.

Pablo Castro

¿Cambia este episodio la respuesta a esas preguntas? 

Solamente lo cambia en la medida que se pueda abrir una posibilidad medianamente seria de juicio político o de salida definitiva de Milei. En la medida que eso no se vea posible, no cambia mucho. 

Cuando empezó el escándalo, me parecía que el gobierno iba a tener que salir a dar explicaciones a Wall Street y a decirles que se quedaran tranquilos, que esto es Argentina; acá tenemos gente que ha perdido decenas de miles de millones de dólares de los contribuyentes y lo reelegimos gobernador de la provincia de Buenos Aires. Así que está todo bien.

Por ahora, la reacción del mercado deja pensar que entienden eso y entienden que la sustentabilidad del programa económico —el más exitoso que hemos tenido las últimas dos décadas y cuyo garante personal es Javier Milei— no está bajo amenaza hoy por hoy.

Andrés Malamud 

Ahí está efectivamente el tema: el garante es Javier Milei. La pregunta es qué hay alrededor del presidente argentino, que es lo que garantiza su estabilidad económica, política o psicológica. Por lo que me dicen en Wall Street, hubo más preocupación por la pelea con Cavallo que por el tuit o la entrevista.

Lo que puede preocupar es que esta administración se pelee con el mainstream, con el establishment económico —en el que confían los inversores extranjeros—. Tras lo que hizo Milei con el tuit hay mucha gente que habría perdido plata. Pero esa gente tiene dos características: son jóvenes que están en las nuevas tecnologías y son sus apoyantes. Es decir, Milei no se está probablemente comprando enemigos, porque hay gente que puede perder la fe pero no va a estar enfrente.

La pregunta es qué hay alrededor del presidente argentino, que es lo que garantiza su estabilidad económica, política o psicológica.  

Andrés Malamud

Y sobre todo, no son los jugadores establecidos. Los grandes jugadores no van a dejar de apoyar por esto. Es algo que percibo precisamente a partir de la experiencia que tuvimos cuando echó a Sonia Cavallo. Cuando se da un enfrentamiento entre la nueva economía de Milei y la economía tradicional de Cavallo, a los inversores les hace ruido. Por lo que miden los mercados, el “criptogate” está haciendo menos ruido. 

¿Pero tendrá algún impacto en Argentina? 

Pablo ha hablado de juicio político. Los que lo promovieron son sobre todo los kirchneristas y los «carrió-istas». Los primeros tienen varios esqueletos en el ropero y por lo tanto, les encanta acusar a otro de corrupción. Y los otros siempre tuvieron el discurso de la ética republicana y lo van a utilizar ante cualquiera.

Del otro lado, además de la Libertad Avanza —que siempre va a respaldar a Milei—, está el Frente Amplio de la Casta, o sea la oposición dialoguista, que están desesperados tratando de que el presidente les tire un hueso, buscando cualquier excusa para apoyarlo. Y también está el PRO, que se está dividiendo entre Patricia Bullrich, que es más mileísta que Karina, y Mauricio Macri, que lo que querría es entornar a Milei, condicionarlo a través del apoyo.

El comunicado del PRO fue muy claro: culpó al entorno. Culpar al entorno desculpabiliza al presidente y al mismo tiempo, se ofrece como entorno futuro cuando se deshaga de este entorno tóxico.

La jugada del PRO es evidente. Para tratar de mantenerse autónomo pero oficialista, le dicen al presidente “nosotros somos tu Karina y tu Santiago, no te obstines con ellos, por favor, consideranos a nosotros”. Esto es importante porque el PRO no garantiza que el juicio político no avance; todo el PRO y todos los libertarios no llegan al tercio en ninguna cámara. Hace falta más que eso —pero sin el PRO no hay manera de construir el tercio—.

Así que el hecho de que el PRO se ofrezca para seguir apoyando asegura que con tres o cuatro votos más que se rasquen en cualquiera de las cámaras, la estabilidad está asegurada. Y esos votos se rascan porque hay mucha casta en la Cámara de Diputados y mucho gobernador en el Senado. Es decir, gente que vive de plata —que el presidente maneja y dispone, plata de verdad, no la que tuitea, la que maneja a través del presupuesto—. Es decir, estamos hablando en este caso de la plata del Estado, no la plata del mercado. Por ahora, todo depende de que el gobierno no siga cometiendo errores. Los errores que cometió, siendo graves, no lo ponen en riesgo.

El problema es si estos errores derivan de una inconstancia presidencial que se va a mantener en el tiempo. Es decir, que el problema no sean los errores, sino quien los comete. Que Milei haya perdido el equilibrio y no lo consiga recuperar.

El problema es si estos errores derivan de una inconstancia presidencial que se va a mantener en el tiempo. Es decir, que el problema no sean los errores, sino quien los comete. Que Milei haya perdido el equilibrio y no lo consiga recuperar.

Andrés Malamud

Hasta ahora, su estrategia parece ser la que utilizó en el debate contra Massa: victimizarse. En ese momento funcionó. La gente, entre el bully y la víctima, eligió a la víctima.

En general, uno supone que cuando uno tiene un presidente, lo que busca es que el presidente lo proteja, que el presidente te cuide —no que se victimice—. Vamos a ver qué dicen las encuestas.

Mi suposición es que, como este tema es críptico y la gente común como nosotros no lo entiende, no va a tener demasiado impacto. Lo que va a tener impacto quizás es la división al interior del Triángulo de Hierro. Que el vocero Manuel Adorni y el jefe de gabinete Guillermo Francos hayan criticado a Santiago Caputo por haber interrumpido la entrevista es más importante que la entrevista misma.

Pablo Castro

Con respecto a lo que mencionabas sobre la parte económica, me parece que la inmensa mayoría de los « inversores » (en esta memecoin) no están en Argentina, sobre todo por volumen de dinero.

Para mí, es muy difícil que cualquier persona que venga del mundo de las finanzas pueda simpatizar con los que cayeron en la criptoestafa. Porque en dos horas, con cero información, no ponés plata en algo solo porque lo difundió Milei. No es un argumento. No había ningún tipo de información relevante sobre los riesgos, el retorno, etc. 

Si no fuera porque Milei es el presidente de Argentina y de alguna manera está involucrado, este sería un día común y corriente en Criptolandia. Cosas así pasan tres veces por semana en el ecosistema Cripto. No es nada raro. Entonces, si vos por el tuit de Milei metiste dinero en una cosa rara que era de altísimo riesgo y pudiendo perder todo, cosa que ocurrió en muchos casos, tu problema no es el presidente de un país remoto llamado Argentina… 

Milei sabía lo que estaba haciendo, ¿no? 

Creo que eso es el meollo del asunto. Yo estoy seguro de que si Milei se pone a analizar el proyecto y a hacer preguntas pertinentes, puede saber lo que que está haciendo. Ahora bien, eso no es el trabajo del presidente. Milei no está para ponerse a analizar números.

El laburo del presidente es contratar gente capacitada y confiable que pueda hacer due diligence y escuchar a esas personas. Eso es lo que me parece que falta o falla en este caso. Ese es el problema más grave. Y quizás falla porque hay un método, porque hay un estilo.

Que el vocero Manuel Adorni y el jefe de gabinete Guillermo Francos hayan criticado a Santiago Caputo por haber interrumpido la entrevista es más importante que la entrevista misma.

Andrés Malamud 

Si no te rodeas de gente competente y confiable, permanentemente estás tomando riesgo de que pasen cosas como esta. 

Andrés Malamud

Ahora, la cuestión es: si él no tenía por qué saber, entonces no tenía por qué tuitear.

Vamos a asumir que uno tuitea y se equivoca. Él fijó el tuit, que es una estrategia que, según los analistas de redes, nunca hace. Él tomó la decisión de fijar un tuit durante seis horas, habiendo cerrado los mercados y teniendo tres días de impunidad, en el que promovía una inversión que terminó siendo un fraude.

Algo hubo por detrás. Y nadie está diciendo que él se embolsó la plata. Lo que algunos denuncian es que alguien embolsó la plata y ese alguien es una persona cercana a él.

Esto es lo que sugiere Mauricio Macri con la declaración del PRO cuando culpa al entorno. No estamos difundiendo rumores subterráneos, sino lo que dice un ex presidente de la nación —que es su apoyante—. 

¿Cuál es o será el impacto en los mercados y en el electorado?

Vamos a ver el impacto en el Congreso. Este mes tendría que tratarse, entre varias leyes irrelevantes —como ficha limpia—, la designación de dos jueces en la Corte Suprema. Uno de ellos es Ariel Lijo, alegado emblema de la corrupción judicial. [actualización : el nombramiento del polémico juez Lijo fue finalmente obstruido en el Senado].

Dicen algunos inversores que la Corte importa. Esto tiene como consecuencia, no que pierdan muchos votos, no que los mercados se caigan, pero que la Corte no pueda ser completada. Entonces tiene un impacto a mediano plazo en la economía argentina. El deterioro de la institucionalidad, aunque uno no endiose a la institucionalidad, algo significa. Y los últimos tres premios Nobel en economía son justamente tipos que escribieron sobre el impacto de las instituciones en el desarrollo.

¿Esto puede entonces tener algún impacto en los mercados? ¿El hecho de que Milei no consiga completar la Corte puede dar alguna información a los mercados de que las cosas no andan tan bien? 

Pablo Castro

Ya hemos hablado varias veces con Andrés sobre aquellos trabajos de los premios Nobel en cuestión y las instituciones. 

Tenemos que considerar las instituciones, no en forma individual, específica, como es la Corte Suprema, sino en la forma que la pensamos los economistas, como los derechos de propiedad. 

De nada te sirve tener la Corte suprema elegida, perfectamente aprobada, todo por consenso, si después vos expropiás YPF o expropiás las AFJP y la Corte Suprema lo bendice. 

Lo que le quiero preguntar a Andrés es: ¿la institucionalidad es completar la Corte Suprema con Lijo o que no sea electo? 

Andrés Malamud

Me encanta porque vos sabés lo crítico que soy de los trabajos de estos premios Nobel que dicen que las instituciones son tan importantes. Tiendo a pensar como vos —cosa que los abogados no hacen—. Cuando hablas con los abogados, ellos te van a decir que la Corte es fundamental.

Cuando hablas con los inversores, menos. Están mirando más la política que la ley —más el poder que el derecho—. Por ello justamente algunos consideran que no tenemos chance de conseguir inversiones a largo plazo, porque el poder cambia con el tiempo. La única garantía de que el poder se mantenga es la reelección, no la elección intermedia. 

Cuando los republicanos consideran que es clave que Cristina no gane la provincia de Buenos Aires porque si no las inversiones no van a venir, están errando el análisis. Lo importante no es lo que dicen los institucionalistas, es lo que hacen los inversores.

Nosotros podemos ver el impacto que tuvieron las elecciones intermedias a lo largo de la historia y es minúsculo. Lo que los inversores miran es el mediano plazo. Y el mediano plazo pasa por la reelección presidencial, no por la intermedia de una provincia que tampoco es destino de grandes inversiones.

El último punto que quiero marcar es que, cada vez más, las elecciones en Argentina se definen en el interior, fuera de las dos Buenos Aires. Ahí Milei reina. Ahí el kirchnerismo no tiene votos y casi no tiene gobernadores porque Milei se los quedó todos. Es el resultado nacional que hay que tener en cuenta. Y el resultado nacional hoy sigue basándose en el interior del país y favoreciendo al presidente. 

Lo que quieren ver los inversores es la reelección de Milei en el 2027 —no lo que pasa con Cristina Kirchner en el 2025—.

Andrés Malamud 

Pablo Castro 

Paradójicamente, por el sistema electoral, siendo Buenos Aires la provincia más grande, es la que realmente es más proporcional. Aún cuando ganara Cristina Kirchner, la diferencia en escaños sería muy poca.  

Andrés Malamud 

Por dos razones: una por reparto proporcional y otra, porque está subrepresentada —el 40 % del electorado tiene 27 % de los diputados—. Así que el impacto de una victoria opositora se diluye todavía más por esa subrepresentación. 

¿Podemos decir que el “criptogate” no va a cambiar nada?

Pablo Castro 

Los que odiaban a Milei lo siguen odiando, los que bancaban a Milei lo siguen bancando. Quedamos así en general. 

Andrés Malamud

Y quizás hay 5.000 tipos que lo bancan un poco menos desde el fin de semana pasado, pero no mueven el amperímetro.

Los que odiaban a Milei lo siguen odiando, los que bancaban a Milei lo siguen bancando. Quedamos así en general.

Pablo Castro

¿Y el precio que le pueden cobrar los socios del Congreso a Milei? ¿Les parece que cambia? 

Esa es la cuestión. En dos semanas te lo contesto.

Para mí, eso es lo que puede cambiar más a partir del “Libragate”. No son los votos, no son las inversiones, es la distribución del poder en el Congreso. Es decir, la capacidad que tiene este gobierno de pasar leyes.

Dicho esto, este es un gobierno que no basa su poder en pasar leyes, sino en evitar leyes, en firmar vetos y sostener decretos. Pero eso es por este año. A partir de diciembre va a necesitar leyes para desregular y para hacer reformas impositivas.

Mientras tanto, yo creo que si no mete más la pata, puede sobrevivir. El problema es que si no metiera la pata, no sería Milei. 

Creo que si Milei no mete más la pata, puede sobrevivir. El problema es que si no metiera la pata, no sería Milei.

Andrés Malamud 

¿Cuál será el precio de esos aliados? Hemos visto tanto a Maximiliano Pullaro, gobernador de Santa Fe, salir a apoyar a Milei en esta secuencia, como a Martín Lousteau salir a pedir investigaciones, juicios y demás. 

Vos lo dijiste: Maximiliano Pullaro por Santa Fe, Martín Lousteau por la Capital Federal. Lo que ellos están haciendo es representar al elector de sus distritos. La Capital es mayoritariamente anti-mileísta. El interior es mayoritariamente mileísta.

Lo que hacen los representantes de los partidos políticos no es representar a su partido, es representar a su distrito. Y en esto están siendo buenos políticos. ¿Si serán buenos gobernantes? En el caso de Martín Pullaro podemos sospechar que sí; Martín Lousteau todavía debe demostrarlo.

Notas al pie
  1. Esta conversación es una transcripción editorializada del episodio «Milei vs Milei» de Fenómeno Barrial, podcast semanal de El Economista.