Venezuela: momentos clave del discurso de investidura de Nicolás Maduro
«Digan lo que quieran, hagan lo que quieran, pero esta toma de posesión no la pudieron impedir».
Este viernes 10 de enero, Nicolás Maduro se proclamó presidente de Venezuela para iniciar un tercer mandato consecutivo sin presentar las actas electorales. Frente a pocos invitados extranjeros presentes, pronunció un largo discurso de casi dos horas.
Analizamos una selección de momentos clave.
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- El Grand Continent •
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- © AP Foto/Ariana Cubillos
Después de unos días particularmente tensos en Caracas —tras la manifestación popular organizada por la oposición el jueves 9 de enero, el arresto y liberación de María Corina Machado, el cierre de la frontera con Colombia, la presión internacional y la incertidumbre por el retorno de Edmundo González para jurar el cargo contra el chavismo—, Nicolás Maduro adelantó una hora su investidura en una ceremonia transmitida en televisión y se proclamó presidente de Venezuela este viernes 10 de enero sin presentar las actas electorales. Juró el cargo frente a Jorge Rodríguez, presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela. Inmediatamente después, Estados Unidos y la Unión Europea anunciaron nuevas sanciones.
Tras la proclamación, Maduro pronunció un discurso de casi dos horas frente al cubano Miguel Díaz Canel y el nicaragüense Daniel Ortega en el que reafirmó su “lealtad” a Hugo Chávez, destacó la “gran victoria venezolana” frente a una supuesta coalición internacional de la extrema derecha y se burló de Edmundo González.
Seleccionamos unos fragmentos clave y los comentamos.
“Hugo Chávez trajo al siglo XXI las ideas de los hombres que echaron al imperio español de nuestras tierras. Con esa banda presidencial juré llevar a adelante sus sueños […] Juré por lealtad absoluta a su legado”
Maduro tomó posesión de su tercer mandato consecutivo jurando por su vida en tono desafiante y prometiendo defender el legado de Hugo Chávez, el ideador y principal impulsor del Chavismo, una absoluta revolución política en Latinoamérica que prometía construir el socialismo del siglo XXI. Maduro sucedió a Chávez tras su muerte en 2013 autodefiniéndose como “el hijo de Chávez” llegando a declarar que el fallecido comandante se habría comunicado con él después de su muerte en forma de pajarito para bendecirlo.
Aunque subestimado por muchos al principio, que esperaban un mandato más débil y corto, Maduro ha sabido perpetuarse en el poder. De cumplir su tercer mandato (2025-2031) llevaría 18 años como presidente. La referencia a España, país del que Venezuela declaró su independencia en 1811, incide en uno de los pilares del chavismo: el antiimperialismo, concepto que también aplica a Estados Unidos y su influencia en la región.
“Trataron de convertir la juramentación […] en una guerra mundial, que si invaden, que si entran, que si salen… Digan lo que quieran decir, hagan lo que quieran hacer, pero esta toma de posesión constitucional venezolana no la pudieron impedir y es una gran victoria venezolana”
Si bien Venezuela lleva sumida en una crisis de alternancia política, económica y humanitaria desde hace más de una década —que ha llevado a casi 8 millones de venezolanos a abandonar el país que sin embargo posee las mayores reservas de petróleo del mundo— estas elecciones han sido las más disputadas para el chavismo acusado de falsificar el resultado de las elecciones del 28 de julio. La oposición presentó un análisis propio de las actas electorales, recogidas por voluntarios y testigos en mesas electorales a lo largo del país, que mostraban una victoria de la oposición con casi el 80% de los votos.
Desde entonces, la comunidad internacional ha pedido la publicación de las actas oficiales, sin éxito. Estados Unidos y Canadá reconocen a Edmundo González como ganador. La Unión Europea insiste en que Maduro carece de “toda legitimidad democrática” y anunció un nuevo paquete de sanciones en respuesta a la toma de posesión de Maduro.
“Esta belleza tiene 25 años, pero se puede perfeccionar, ampliar y embellecer y que eso se proyecte en el país”.
Con “belleza” Maduro se refiere por supuesto al chavismo. Ha vuelto a insistir en una reforma constitucional que permita, en sus palabras, seguir “democratizando” Venezuela.
Asediado por la presión internacional, que lo acusa de haber manipulado y falseado el resultado electoral, bajo la presión de las sanciones anunciadas tanto por Estados Unidos y la Unión inmediatamente después de su toma de posesión —que además podrían endurecerse bajo Trump— y cuestionado en su legitimidad, Maduro podría usar una nueva reforma constitucional para blindarse todavía más en el poder.
Sobre Edmundo González: “Estoy esperando que llegue, estoy nervioso” / “Alguien se cayó por ahí. ¿Llegó Edmundo? Recojan a su pataruco”.
Maduro tiene la costumbre de mofarse de su rival por su diferencia de edad —”pataruco” es un término coloquial para referirse a una persona como un cobarde—. Maduro tiene 62 años mientras que Edmundo González tiene 75 años. González, diplomático y ex-embajador, estaba retirado antes de adentrarse en política y liderar la candidatura de la oposición tras la inhabilitación de María Corina Machado en 2023. Sus modos son tranquilos y cordiales. Uno de los puntos repetidos durante la campaña electoral por Maduro, durante la cual el chavismo se benefició del control casi total de los medios, es que González no sería un “abuelito” tranquilo y simpático, si no un agente infiltrado por el imperialismo americano para llevar a cabo un golpe de Estado.
González insistió en los días previos a la toma de posesión en que volvería a Venezuela, tras exiliarse en España en septiembre de 2024 temiendo por su seguridad. Maduro aseguraba que no tendría agallas para volver a Caracas. El chavismo puso precio a su cabeza por valor de 100.000 dólares además de controlar aeropuertos y puntos de entrada al país.
«La extrema derecha encabezada por un nazi sionista, un sádico social llamado Javier Milei, junto al imperio norteamericano, cree que le puede imponer a Venezuela un presidente».
Javier Milei se ha convertido en la bestia negra del chavismo. El presidente argentino, en las antípodas ideológicas del chavismo —régimen al que tilda de narcodictadura—, se reunió la semana pasada en Buenos Aires con el candidato opositor González, brindándole su apoyo frente a Maduro.
Maduro reiteró sus ataques refiriéndose al argentino como “nazi” y “sadico social” en referencias a su política de recortes en el gasto público —la motosierra—. Milei se ha referido a Maduro como “basura” reflejo de la “miseria y la decadencia del socialismo” en Latinoamérica.
Un momento más que una cita: cuando Nicolás Maduro estaba por empezar su discurso de investidura, llegó por sorpresa a la gran sala el mandatario de Nicaragua Daniel Ortega —su esposa y vicepresidenta Rosario Murillo había anunciado este jueves que no irían a la toma de posesión aunque mandarían una delegación de 16 personas—.
Mientras se le indicaba dónde acomodarse, Ortega fue directamente hacia el atril para abrazar a Maduro. Toda la sala se levantó y aplaudió. Antes de sentarse, el nicaraguense saludó al otro mandatario presente, Miguel Díaz-Canel, presidente de Cuba.
Entre los invitados de más alto nivel presentes en la toma de posesión estuvieron el Primer Ministro de Antigua y Barbuda, Gaston Browne, el Presidente de Cuba, Miguel Díaz Canel y el propio Ortega, la sorpresa de la ceremonia.
En un contexto en el que Venezuela decidió cerrar ese mismo día la frontera con Colombia, Gustavo Petro estuvo representado por el embajador colombiano en Caracas. Asimismo, México y Brasil mandaron a sus respectivos embajadores, sin la presencia de los presidentes Lula ni Sheinbaum. Cabe destacar que en la investidura de Javier Milei, Brasil envió a su canciller Mauro Vieira, a pesar de las tensiones entre Lula y Milei. Chile no envió a ningún representante. En declaraciones realizadas el jueves 9, el día antes de la investidura, el presidente chileno Gabriel Boric definió el régimen de Maduro como “una dictadura” y pidió defoblar esfuerzos diplomáticos para devolver “la ley y la democracia” en Venezuela.
Estuvieron también presentes Viacheslav Volodin, presidente de la cámara baja de la asamblea rusa, y Wang Dongming, vicepresidente del Comité Permanente de la asamblea china.
El académico Andrés Malamud predecía en nuestras páginas el creciente aislamiento de Venezuela en el escenario internacional: “Venezuela va a estar cada vez más aislada de las democracias occidentales. Cuando digo que Venezuela es una colonia cubana no es una figura de discurso. Venezuela es una colonia cubana, y ahora va a ser cada vez más una colonia de Moscú —y si hace falta de Pekín y de Teherán—. Caracas va a estar muy aislada de las voces democráticas, pero muy integrada con las autocracias.”
“[Dirigiéndose al público] ¿Cómo se dice en inglés “la joya de la Corona”? ¿The Croouuum? [Desde la asistencia se escucha: “the jewel”]. ¿Jugur? ¡The Crown juguawl! The imperialins, United States owms Europa [con acento estadounidense], están derrotados. ¡El fascismo está derrotado!”
No es la primera vez que Maduro exagera su acento en inglés e imita una cadencia similar a la de los estadounidenses hablando en español. Aunque se podría entender como una falta de conocimiento de idiomas, en realidad es parte de una cuidada imagen que busca presentar a Maduro como un hombre más de los “barrios de Caracas”. Lo mismo ocurre con bailes, frases hechas y salidas de tono en televisión.